Los malos hábitos alimenticios hacen que el metabolismo de nuestro organismo sea lento, causándonos pesadez, cansancio, dolores estomacales y hasta sobrepeso.
Las exigencias del trabajo y las responsabilidades de la casa muchas veces son los culpables de que se tengan malos hábitos alimenticios lo que genera posteriormente un desbalance en nuestro organismo.
De acuerdo a lo señalado por el sitio Yahoo Mujer, para sentirnos llenos de energía y de buen humor, es necesario tener un buen funcionamiento de nuestro cuerpo y para ello es necesario evitar cosas que afectan nuestro metabolismo.
Es así como este mismo sitio entrega un listado con los hábitos que afectan nuestra salud, específicamente nuestro metabolismo:
1. Estrés: El cortisol es una de las hormonas que se generan cuando estamos estresados y a la vez está vinculado con el control del peso. Según un estudio publicado por la University of Pittsburgh School of Medicine, vivir en un estado de permanente ansiedad puede, además de provocarte un aumento de peso, llevarte a tener un derrame cerebral.
2. Sedentarismo: Llevar una vida sedentaria es una de los factores principales que dañan tu metabolismo. Por eso siempre se recomienda practicar algún deporte o realizar ejercicios todos los días para acelerar el metabolismo.
3 Desvelarse: Pasar amanecidas tras amanecidas solo ocasionará dañar el metabolismo. Se necesita dormir de seis a ocho horas diarias para evitar un desbalance en el organismo.
4. No tener horario de comidas: Comer contra el reloj o comer un plato desbalanceado en proteínas y vitaminas, puede desencadenar fuertes trastornos metabólicos. Así lo señala un estudio de la Universidad Vanderbilt en Tennessee, publicado en la revista Current Biology. También menciona que no se debe llegar al extremo de sentir hambre excesiva para comer, ya que es en ese punto cuando tu cuerpo comienza a consumir la energía que requiere para realizar bien sus funciones.
5. Fumar: Este hábito disminuye el apetito, provoca un aumento en la velocidad del metabolismo celular, mayor gasto de energía y menor almacenamiento de grasas, provocando diversas enfermedades.