La agencia oficial de bioseguridad de Brasil aprobó el jueves el uso comercial de una variación genética del mosquito transmisor del dengue, destinada a luchar contra este virus que cada año afecta a millones de personas en el mundo.
“El OX513A es el primer insecto genéticamente modificado que obtiene esa licencia en el país”, informó el organismo de bioseguridad del gobierno brasileño (CTN-Bio) en un comunicado. La empresa británica Oxitec que lo produce necesita todavía registro y autorización de la agencia sanitaria brasileña.
La tecnología consiste en la inserción de dos genes en mosquitos machos que, liberados, se reproducen generando descendientes que no llegan a la fase adulta.
La empresa británica, con la Universidad de Sao Paulo y la ONG Moscamed, desarrollaron una biofábrica en el estado de Bahia, donde experimentan este mosquito transgénico desde 2011.
El organismo de bioseguridad brasileño pidió un seguimiento de los experimentos y de otro mosquito transmisor del dengue “debido al riesgo de que la especie ocupe el nicho del Aedes Aegypti eliminado”.
Según CTN-Bio, a falta de vacuna definitiva contra el dengue, “la acción más simple para evitar la contaminación es controlar la población del mosquito transmisor”.
En un comunicado, las ONGS Gene Watch, Third World Network y Red América Latina Libre de Transgénicos alegaron que el mosquito transgénico no tendría la eficacia que defiende el fabricante, y presentaría riesgos ecológicos.
La fabricante Oxitec afirmó en un comunicado que el riesgo ambiental que representa el mosquito transgénico es “insignificante” y que los resultados han sido “extremamente eficaces”. La aprobación de CTN-Bio “será muy valioso para otros países que estén considerando el uso” de esa tecnología, dijo Hadyn Parry, presidente de Oxitec.
En el mundo, cada año se producen entre 50 y 100 millones de infecciones con dengue, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta enfermedad se transmite con la picadura del mosquito Aedes Aegypti, produce una súbita fiebre, dolores de cabeza y musculares, y en casos extremos puede producir la muerte por hemorragia. Apenas en Brasil más de 570 personas fallecieron por dengue en 2013.
Además, de ser transmisor de dengue y fiebre amarilla, el mosquito Aedes Aegypti tiene alto potencial para transmitir otro virus, llamado Chikungunya, que circula en 40 países. El virus llegó recientemente al Caribe y tiene síntomas parecidos al dengue, solo que puede provocar dolores musculares durante meses, según un estudio del instituto brasileño Oswaldo Cruz, divulgado en el diario O Estado este jueves.