El campeón paralímpico sudafricano Oscar Pistorius declaró el martes ante el tribunal que se planteaba seriamente el futuro con su novia, Reeva Steenkamp, antes de matarla de cuatro balazos, por error según él, el 14 de febrero de 2013.

Reeva y yo “habíamos empezado a hablar de futuro (…) Nos planteábamos realmente el futuro juntos”, afirmó el atleta en el segundo día de testimonio, agregando que habían hablado de comprar un apartamento en Johannesburgo.

Pistorius y Steenkamp se conocían desde hacía menos de cuatro meses en el momento del asesinato. Fueron presentados el 4 de noviembre de 2012 por un amigo que tenía un concesionario de automóviles de lujo.

“Los seis primeros días después de conocernos nos llamábamos cada día”, explicó el atleta, que afirmó que ambos salían de relaciones anteriores “difíciles”.

“Estaba muy entusiasmado con Reeva. Creo que yo estaba más encantado con ella que ella conmigo”, admitió Pistorius, a quien le temblaban las manos mientras declaraba.

Desde el lunes, guiado por las preguntas de su abogado, Oscar Pistorius se ha esforzado por dar la imagen de un joven sensible, buen ciudadano, cristiano y opuesto al chico celoso y nervioso que salió de los testimonios de la acusación.