La Unión Europea (UE) manifestó nuevamente este sábado su determinación de “persuadir” a Moscú para rebajar la tensión en Ucrania y reanudar el diálogo con ese “actor importante”.

“Seguiremos tratando de persuadir a Rusia sobre la importancia de bajar la tensión para reanudar el diálogo en el futuro”, dijo la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, en una conferencia de prensa al término de una reunión ministerial en Atenas.

El mensaje de los ministros de Relaciones Exteriores fue el mismo que vienen repitiendo los 28 países miembros desde que Rusia anexionó Crimea.

Ashton lo resumió con un mensaje de “unidad” de parte de los europeos para hacer frente a las amenazas contra Ucrania, la importancia de mostrarse “preparados para tomar medidas” adicionales a las sanciones que ya fueron adoptadas y el “impacto positivo” del Acuerdo de Asociación, “incluida un área de libre comercio”, así como el apoyo de la UE a Ucrania.

“Rusia es un actor importante y la UE haría bien en reconocer ese papel”, dijo por su parte a la prensa el ministro español José Manuel García-Margallo.

Para García-Margallo, la tensión debe bajar para que la UE deje de lado la “confrontación” y la sustituya, a futuro, por la “cooperación y la complicidad” con Moscú.

Pero la preocupación de los europeos se focaliza también en las dificultades económicas que atraviesa Kiev. El anuncio Rusia de un aumento del precio del gas que entrega a Ucrania, de 268 dólares a 485 dólares por 1.000 m3, pone en mayores dificultades las frágiles cuentas públicas ucranianas.

El primer ministro interino ucraniano, Arseni Yatseniuk, denunció por ello una decisión “política” que apunta a “socavar las bases económicas y sociales del país”.

“Rusia tiene interés en que Ucrania no colapse, tanto económica como políticamente”, sostuvo el ministro alemán, Frank-Walter Steinmeir.

“Debemos ser firmes, muy firmes con la legislación internacional y las reglas que deben aplicarse”, dijo por su parte el ministro sueco, Carl Bildt, en línea con la decisión de las potencias occidentales de no reconocer el referéndum y la anexión de Crimea.

Rusia “está intentado construir un bastión ortodoxo contra el Oeste”, denunció Bildt.

Es “el Este fuerte contra el Oeste decadente. Es la narración de la prensa rusa”, añadió considerando que “el cambio de mentalidad, al menos en el Kremlin, en los últimos años” provoca “fuertes consecuencias para nuestras políticas a largo plazo”.