Lo sueños siempre han estado llenos de incógnitas que a través de los años no han podido descifrarse. Aunque como siempre científicos y estudiosos de este tipo de fenómenos han tratado de establecer teorías, pero no logran explicar más que particularidades de un gran concepto.

El psicólogo especialista en vida integral, Rubin Naiman, de la Universidad de Arizona, sugiere que pensemos en los sueños como si fueran un intestino. “Por las noches el cerebro filtra y digiere información” y lo hace de forma metafórica, afirma. El cerebro guarda parte de quienes somos y los sueños son el sistema digestivo.

El especialista relató 5 factores que son muy poco conocidos acerca de este “sistema digestivo cerebral”:

1) Mientras más de sorpresa te despiertes menos posibilidades tendrás de recordar tus sueños.
¿Te sueles levantar con el estruendo de tu alarma? Naiman dice que es mejor despertar lentamente y no de un golpe, dejando pasar los minutos de aturdimiento. El especialista recomienda que en aquellos momentos, cuando estás recordando a duras penas lo que soñabas, no te exijas seguir haciéndolo porque “si persigues tu sueño, se escapará”, argumenta.

2) Mientras duermes es como si estuvieras despierto.
¿Qué? Sí, el psicólogo explica que biológicamente es posible que desarrolles sensaciones mientras duermes que te hacen actuar como si estuvieras despierto. La presión sanguínea puede aumentar tal cual como si estuvieras viviendo el sueño en un día común, lo cual logra que los sueños y las experiencias emocionales se consoliden.

3) “Puedes morir en los sueños, pero sobrevivir para contarlo”.
A pesar de que algunos estudios lo niegan, Neiman asegura que este es un mito e invita a que “exploremos nuestros sueños” ¿Cómo? Pues si tienes la oportunidad de morir en uno no la dejas pasar, ya que puede resultar una experiencia muy interesante.

4) Los que siempre recuerdan sus sueños son más espontáneos.
Un estudio publicado en la revista de psicología Nature, descubrió que aquellas personas que suelen recordar con más frecuencia sus sueños muestran una actividad cerebral más espontánea en la zona de la unión temporoparietal. Y otra investigación de Inserm en Francia también reveló que estas personas reaccionan más a los sonidos dentro y fuera de los sueños.

5) Soñamos más durante el último tercio de la noche.
Neiman explica que si bien pasamos todo el día soñando, así es despiertos o no, lo hacemos más durante el último tercio de la noche y puede durar horas. El hecho de que no veamos el sueño no significa que no esté ahí.