El ex candidato presidencial francés Jean Luc Mélenchon apoyó este miércoles la lucha del gobierno ecuatoriano contra la compañía estadounidense Chevron, condenada por daños ambientales en la Amazonía, tras visitar una zona afectada por la explotación petrolera.

“Ahora me siento comprometido en la lucha del caso Chevron. Voy a ser una especie de embajador del pueblo ecuatoriano confrontando a Chevron”, dijo el dirigente izquierdista a la prensa, a la que se dirigió en español.

Mélenchon visitó una piscina de desechos de crudo en la aldea de Aguarico, en la provincia de Sucumbíos, que es atribuida por el gobierno a Texaco, la firma adquirida por Chevron en 2001 y que operó en Ecuador entre 1964 y 1990.

Acompañado de funcionarios y personas que se declaran afectadas por las operaciones de la petrolera, el ex candidato francés hundió la mano enguantada en el sitio y la exhibió ante las cámaras, observó un fotógrafo de la AFP.

“Chevron sabía lo que estaba haciendo, esto no es un accidente. Ellos sabían que estaban provocando una contaminación gigante y que esta contaminación persistiría muchísimos años después del fin de la explotación”, comentó Mélenchon.

En noviembre, Chevron fue condenada por la justicia ecuatoriana a pagar 9.500 millones de dólares por los daños generados por su filial Texaco en la selva ecuatoriana.

La petrolera, que immpulsa acciones legales en Nueva York y en un corte de arbitraje de La Haya para desconocer un juicio que tilda de fraudulento, niega cualquier responsabilidad y asegura que Texaco cumplió con la reparación ambiental que le correspondía.

Según la empresa estadounidense, los daños en la Amazonia son responsabilidad de la estatal Petroecuador, con la que Texaco operó en consorcio.

Chevron exhibe como prueba un documento suscrito con las autoridades de la época que la exime de responsabilidades posteriores a la salida de Texaco del país.

La multinacional, que no cuenta con activos en Ecuador, intenta que una corte de arbitraje obligue al Estado ecuatoriano a asumir la millonaria indemnización, por lo que el gobierno de Rafael Correa alienta desde setiembre una campaña para denunciar lo que llama “la mano sucia de Chevron”.

Como parte de esa ofensiva, el Ejecutivo ha invitado a personalidades para que hundan la mano en la piscina de desechos. Chevron considera esas visitas como “show mediático”.