Un emotivo homenaje se realizó este mediodía en la Universidad de Concepción, donde compañeros, profesores y familiares recordaron a Leslie Roa Sufray, ocupante de la aeronave desaparecida tras despegar de Isla Mocha, a inicios de octubre.
La sencilla ceremonia arrancó lágrimas entre los asistentes, reunidos en el auditorio de la facultad de Ciencias de la Universidad de Concepción, donde Leslie Roa Sufray, de 27 años, cursaba el segundo año de un magíster en zoología, mención parasitología.
Las palabras de sus compañeros y amigos, cortadas por llantos, mezcladas con imágenes de la estudiante, a bordo de su moto o compartiendo con ellos, generaron un ambiente de mucha emoción.
Una atril con dos fotografías de Leslie, adornado con flores y velas encendidas, marcaron un tono solemne, que no impidió recordar momentos de alegría de la joven.
Enrique Bayschmith, director del magíster, fue una de las personas que tomó la palabra. Era una alumna sobresaliente, responsable.
Temas de Guns N’ Roses y Pink Floyd coronaron la ceremonia de una hora, denominada “Sin memoria, no hay historia”, tras la cual hubo tiempo para reflexionar sobre la búsqueda desplegada con una gran cantidad de medios y efectivos.
Carolina Sánchez, compañera de pregado de Leslie, criticó la “Operación Tirúa”, lenta pese a la urgencia que se requería.
La madre de Leslie, Ceclia Sufray, agradeció las muestras de cariño, que confirmaron lo querida que era su hija.
El viernes próximo se cumplirán dos meses de la desaparición, día en que la mayoría de las familias irán a Tirúa para dejar una flor en el mar y en el monolito instalado en el aeródromo.