La información proveniente de París expresa que “luego de 206 años fábrica de pianos Pleyel ha cerrado sus puertas por repetidas pérdidas económicas y un débil rendimiento de producción”.
La historia señala que, durante su famosa trayectoria, esta empresa musical construyó más de 250.000 pianos. Sin embargo la caída del mercado de pianos, que ha sido enorme en los últimos años, y la fuerte competencia de los pianos chinos y coreanos, hizo que su producción en 2012 fuera de solo veinte pianos (construía unos 1.700 anuales hasta hace poco más de una década), una cantidad totalmente insuficiente para poder mantener la actividad productiva. A principios de 2013, Pleyel fue adquirido por un fondo francés de inversores que intentó reflotar la compañía, pero fracasó también.
Fundada en 1807, a lo largo del siglo XIX, Pleyel era el piano favorito de célebres pianistas, como el inmortal Federico Chopin y de aquellos intérpretes que buscaban un instrumento expresivo y su sala de conciertos una de las más prestigiosas de París. Pleyel fue quien introdujo el piano vertical en Francia, y tras la adquisición de las fábricas Erard y Gaveau incorporó también los avances técnicos de estos instrumentos.
Las autoridades francesas han mostrado su pena y disgusto no sólo por la pérdida de puestos de trabajo (últimamente ya sólo catorce) sino por lo que la firma Pleyel es un emblema para la historia francesa.