Autoridades universitarias y encargados de admisión entregaron su opinión sobre el ranking, tan resistido en Santiago. Todos coinciden en que no será gravitante en la zona, y que si bien apunta al acceso, las desigualdades del ingreso se mantienen.

El ranking es hoy por hoy tema de discusión. Más allá de lo que han colocado sobre la mesa los liceos emblemáticos, hay un acuerdo unánime entre las autoridades universitarias penquistas que se adscriben al sistema único de admisión.

El encargado de esta área en la Universidad de Concepción, Ricardo Rojas, confirmó que el proceso afectará principalmente a los planteles con alto porcentaje de estudiantes provenientes de establecimientos particulares pagados, que no es el caso ni del campanil, ni de ninguna casa de estudios de la zona.

En el caso de Alberto Pillado, encargado de promoción y comunicaciones de la Universidad Federico Santa María de Concepción, la PSU sigue siendo la principal medida de su matrícula, en el entendido que por su carácter técnico, la institución presenta particularidades.

El vicerrector académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Jorge Plaza De los Reyes, señaló que la experiencia ha sido exitosa.

En la Universidad del Desarrollo mantendrán por este año la ponderación de 10% para notas de enseñanza media y ranking, explicó la directora de Admisión, Paulina Bugmann, para no cambiar a esta altura las reglas del juego.

Finalmente, el rector de la Universidad del Bío Bío, Héctor Gaete, sentenció que esta es una herramienta de equidad, de ingreso de los mejores a la universidad, pero hay problemas serios en la educación formal que quedan pendientes.

Esas deficiencias son asumidas por las propias casas de estudios superiores, que a través de los llamados propedéuticos, programas de nivelación o de acompañamiento, intentan subsanar las diferencias disminuir los índices de deserción.