Los mandatarios europeos se comprometieron este viernes a prevenir nuevas tragedias de inmigrantes como las ocurridas recientemente en la isla de Lampedusa, en una cumbre sacudida por la catarata de revelaciones sobre el espionaje estadounidense.

“Los mandatarios están decididos a tomar acciones para evitar que este tipo de tragedias vuelvan a ocurrir otra vez”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término de dos días de intensas reuniones.

El problema de la inmigración debe abordarse, dijo, desde tres frentes: “prevención” para evitar naufragios como los de Lampedusa que este mes dejaron casi medio millar de muertos, “protección” de las fronteras, y “solidaridad” con los países de origen y de tránsito.

Asimismo, aseguró que hay que redoblar la batalla contra el tráfico de personas.

“Nos peleamos para imponer el tema de las migraciones y para que las conclusiones prevean un contenido operacional. Son satisfactorias (…) ya que incorporaron el concepto de solidaridad”, explicó al término de la cumbre el presidente del Consejo italiano, Enrico Letta.

No obstante, habrá que esperar hasta diciembre para tener “propuestas concretas” que permitan reforzar los instrumentos que tiene la UE para la vigilancia de las fronteras exteriores del bloque, el programa Frontex, y Eurosur, “que será crucial para ayudar en la detección de barcos y de entradas ilegales”, según el documento final del Consejo.

Asimismo, habrá que esperar hasta junio del próximo año, tras las elecciones de mayo que pueden llenar el Parlamento Europeo de nacionalistas y xenófobos, para debatir una reforma en profundidad de la política migratoria comunitaria, en particular el derecho al asilo, que divide profundamente a los países del norte y del sur del bloque.

Aunque esto parece difícil, ya que 24 de los 28 miembros de la UE rechazan reformar las políticas de asilo.

Las reglas actuales establecen que los pedidos de asilo incumben a las autoridades de los países de llegada de las personas que buscan refugio.

Los países del norte europeo se niegan a modificar o flexibilizar esta carga con los países del sur, puerta de entrada de la inmigración árabe, del Cuerno de África y subsahariana.

La alcaldesa de la isla italiana de Lampedusa, Giusi Nicolini, advirtió el jueves en Bruselas que Europa puede “naufragar en Lampedusa” si no se toman medidas para reformar la política de asilo y el derecho a la inmigración.

“Vamos a poner más barcos, algunos países lo harán”, dijo el presidente francés, François Hollande.

Pero no habrá más fondos ni para Frontex ni para Eurosur. El presupuesto de Frontex, que dice haber salvado 16.000 vidas en el Mediterráneo en los últimos dos años, cayó de 118 millones de euros en 2011 a 85 millones en este año.

Nuevas llegadas de inmigrantes

“Hay que tratar de que tragedias como ésta (Lampedusa) no vuelvan a repetirse”, dijo el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, antes de agregar que la “inmigración debe ser una opción y no una solución de supervivencia”.

La noche del jueves, casi 700 refugiados fueron rescatados en diferentes operaciones en el estrecho de Sicilia.

Según organizaciones no gubernamentales, cerca de 17.000 inmigrantes habrían perdido la vida al intentar cruzar el Mediterráneo en los últimos 20 años.

Desde enero de 2013, 140 barcos con 13.075 refugiados llegaron a Lampedusa, que cuenta con 6.000 habitantes, según el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

El espionaje domina la cumbre

Francia y Alemania han propuesto una iniciativa destinada a pedir “aclaraciones” a Estados Unidos y sentar las bases de nuevas reglas en materia de cooperación entre servicios secretos.

En los últimos días se han multiplicado las revelaciones sobre el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense que habría llegado a incluso a poner bajo escuchas a 35 líderes mundiales, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel.

Ni Gran Bretaña ni España han suscrito esta iniciativa. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, cuyo país también habría sido espiado por la NSA, dijo en Bruselas que este era un tema de “seguridad nacional” y que por lo tanto no debía tratarse en un foro europeo, opinión que también comparte su homólogo británico, David Cameron.

Rajoy ha convocado al embajador de Estados Unidos en Madrid para “recabar información” sobre estas revelaciones de espionaje que este viernes hace el diario El País.