Cuando las empresas buscan contratar a alguien nuevo se preocupan de que el candidato tenga tanto habilidades duras como blandas para desempeñarse en el puesto.

Las habilidades blandas se relacionan con la llamada “inteligencia emocional”, en otras palabras, la capacidad de manejar las emociones, la asertividad, la conducta y las relaciones interpersonales efectivas. Aquí se toma en cuenta la capacidad de adaptación de una persona y las buenas relaciones interpersonales, cualidades que permiten trabajar en equipo, fomentar el respeto y el apoyo profesional.

En tanto, las denominadas “duras” hacen alusión a las técnicas de determinados oficios, conocimientos y manejo de herramientas. Por ejemplo, el título profesional o técnico, cursos de capacitación o maestrías, dominar un segundo idioma, etc.

Según sondeos de Trabajando.com éstas son las 10 habilidades más valoradas por las empresas a la hora de contratar a alguien:

Habilidades sociales:

- Empatía
- Interrelación con otros
- Persuasión
- Capacidad de comunicación

Habilidades profesionales:

- Trabajo en equipo
- Control del estrés
- Capacidad analítica
- Argumentación
- Innovación y creatividad
- Iniciativa

“Las organizaciones requieren profesionales integrales, es decir, personas con una buena y sólida formación académica, pero que cuenten con habilidades sociales que le permitan integrarse bien al equipo de trabajo y ser un aporte día a día. En definitiva, las empresas saben que sólo contar con un excelente grupo humano les permitirá marcar la diferencia y alcanzar el liderazgo, por eso la preocupación de contar con los mejores”, señala Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com Chile.

Vargas agrega que “lo difícil es que las denominadas habilidades blandas no se estudian ni aprenden de un día para otro, sino que se adquieren y desarrollan a lo largo de la vida, son consecuencia de las experiencias vividas, aunque nunca es tarde”.