El ex agente de la Dirección Nacional de Inteligencia, Michael Townley, declaró al ministro Alejandro Madrid que la dictadura de Augusto Pinochet desarrolló armas químicas como el gas sarín para defenderse de una eventual invasión de Perú en el norte de Chile.

“En esa época (fines de la década de los 70), Perú tenía una fuerza militar muy poderosa y la idea del (gas) sarín era poder usarlo como arma defensiva en el norte de Chile, área desértica con muy escasa población”, señaló.

La declaración data de 2006 y fue realizada vía exhorto a Townley en Estados Unidos -donde vive bajo el sistema de testigo protegido- por el juez Alejandro Madrid, quien investiga el asesinato del químico de la DINA Eugenio Berríos, que desarrolló el gas sarín.

En esta declaración también el ex agente reveló el plan que ordenó el general Manuel Contreras para envenenar en 1977 al entonces director de la Central Nacional de Inteligencia, Odlanier Mena, opositor del ex jefe de la DINA a quien investigaba por encargo de Pinochet por el asesinato de Orlando Letelier.

Tras el fin de la dictadura de Pinochet, en 1990, Berríos huyó de Chile y se refugió en Uruguay, donde su cadáver apareció en 1995 en una plaza cercana a Montevideo.

La justicia chilena ratificó y aumentó recientemente las condenas a tres militares uruguayos y otros 11 chilenos como autores y cómplices del secuestro y asesinato en Uruguay de Berríos.

Los coroneles uruguayos Tomás Casella Santos, Eduardo Radaelli Copolla y Wellington Sarli Pose fueron condenados a entre 5 y 15 años de prisión, en un fallo que debe aún ser ratificado por la Corte Suprema.

A fines de la década de los 70, la dictadura de Pinochet sembró además miles de minas antipersonas y antitanques en la frontera con Perú, que ambos países se comprometieron a remover, y que la semana pasada hirieron a una persona.

Revisa aquí el documento con la declaración de Michael Townley al ministro Alejandro Madrid.