El terremoto del 27 de febrero de 2010 generó serios inconvenientes en las dependencias de la Corporación de ayuda a la persona autista Andalué, centro que atiende a menores que sufren este trastorno, quienes tuvieron que abandonar su escuela por el evidente peligro de derrumbe.

Se trasladaron desde Limache hasta Quillota a una escuela parroquial, situación que complica a los padres y apoderados, principalmente en el traslado.

Ana Maria Allen, directora de esta Corporación, solicitó la ayuda de empresarios y personas solidarias para reconstruir la escuela que quedó dañada con el terremoto.

La ONG posee un proyecto arquitectónico aprobado para niños con condiciones especiales e incluso tienen dineros aprobados desde el ministerio de Educación, pero el proyecto supera los 180 millones de pesos y necesitan de un financiamiento extra, todo esto para crear un centro líder a nivel regional.

Al respecto la seremi de Educación, Patricia Colarte, aclaró que el dinero ya fue adjudicado, pero falta la parte que ellos, como ONG, deben presentar.

La mencionada Corporación tiene que buscar los fondos para completar el dinero que necesita, por lo que las representantes de Andalué instaron a las empresas privadas u organizaciones a conocer su institución para colaborar de forma pecuniaria con este causa.