Un trabajador rural de 29 años murió de un disparo en la cabeza cuando, accidentalmente, su perra accionó el gatillo de una escopeta en la provincia argentina de Santiago del Estero (norte), informó el miércoles una fuente policial.
El episodio ocurrió la mañana del martes cuando Juan Guzmán, un peón rural, se disponía a entrar en su vieja camioneta que había dejado estacionada cerca de la casa, pero al hacerlo asustó a su perra que había ingresado durante la noche al vehículo, que había quedado con una puerta abierta para protegerse del frío, relató la fuente.
En el asiento de la camioneta, Guzmán había dejado una escopeta calibre 16, sobre la cual dormía el animal que se sobresaltó y al levantarse bruscamente, apretó el gatillo, según contó a la policía otro trabajador que vio cómo se desplomaba su compañero.
La víctima murió en el acto en ese paraje rural ubicado a 1.000 km al norte de Buenos Aires, según el médico policial.
“En mi carrera de policía, es la primera vez que observo un hecho de esta naturaleza”, dijo la fuente al diario local El Liberal.