El gobierno sirio “rechaza cualquier informe parcial” sobre un eventual ataque con armas químicas cerca de Damasco, que pudiera ser efectuado tras el fin de la misión de inspectores de la ONU en el lugar, indicó este viernes la televisión oficial siria.

En una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Mualem, le informó de que su país “rechaza cualquier informe parcial publicado por el secretariado general de la ONU antes de que la misión haya terminado su trabajo y se tenga conocimiento del análisis de las muestras recogidas” por los inspectores, según la cadena.

Esos análisis, que serán efectuados en laboratorios europeos, requerirán semanas de trabajo, había indicado la ONU.

El ministro sirio exigió que “la misión investigue igualmente en los lugares donde soldados sirios quedaron expuestos a gases tóxicos”, que según el régimen fueron utilizados por los rebeldes.

Los expertos de la ONU acudieron en particular a Muadamiyat Al Sham, en la periferia oeste de Damasco, y a la Ghuta oriental, al este de la capital, lugares donde se produjeron el 21 de agosto presuntos ataques químicos que la oposición y los países occidentales atribuyen al régimen sirio.

El régimen, por su parte, acusó a los rebeldes de haber usado gases tóxicos el 24 de agosto en Jobar, también en la periferia de Damasco, para repeler una ofensiva del ejército.

Cuando el ministro sirio preguntó al secretario general de la ONU por qué la misión de inspectores, que abandona Damasco el sábado, se retira, Ban “aseguró que los inspectores regresarían para proseguir su misión”, añadió la misma fuente.