“Voces del agua” es el título de la exhibición que el artista chileno Ismael Frigerio inaugurará el próximo 13 de agosto en galería Patricia Ready.

Inspirada en la Amazonía peruana, la muestra es el resultado de dos viajes por esa zona y una larga investigación que Frigerio desarrolla desde hace varios años. Son doce pinturas en formato grande, una serie de dibujos y una instalación donde se proyectarán imágenes que registró durante sus travesías de la selva tropical peruana. A través de la embarcación, su referente constante, la muestra recoge la experiencia del viaje por las mismas rutas que un día hicieron las expediciones europeas del siglo XV.

Desde muy pequeño Frigerio ha sentido fascinación por las embarcaciones y lo que éstas representan. Desde que era un niño y pasaba los veranos en Constitución, en el astillero de su abuelo, comenzó a configurar un imaginario que más tarde sería la esencia su obra. Es así como en los noventa comienza a trabajar hurgando en la memoria de América y luego en la de Chile, a través de documentos de su familia inmigrante y textos con los que fue robusteciendo un relato mítico y también real a partir de la memoria y el viaje. Es así como en esta nueva muestra el artista testimonia sus dos travesías a través de la Amazonía peruana (2011 y 2012), reflexionando sobre la constante intervención de la cual ha sido objeto el continente americano y la imposibilidad de construir su propia identidad.

En estos viajes fue fundamental el libro de la escritora chilena Ana Pizarro, Amazonía: el río tiene voces, que se explaya sobre su geografía cultural e imaginario, a través de un recorrido por las crónicas de los exploradores y conquistadores con referencias al cine y la literatura. A ese texto se suma otro referente literario que lo acompaña desde hace tiempo: La nave de los locos, de Michel Foucault, que cuenta la historia de una nave en donde los llamados locos eran librados a su suerte en un barco sin timón. La muestra rememora las expediciones de los colonizadores en América, especialmente en el Amazonas. Una de ellas es la que realizó el mítico conquistador español Francisco Orellana que bajó por el río Napo hasta descubrir el Amazonas, periplo que el artista trazó en uno de sus viajes.

Las pinturas que expone en esta nueva muestra recogen los sedimentos recogidos del agua amazónica como también la unión forzada de las tribus o pueblos originarios que dieron lugar a un no lenguaje, producto de la intervención cristiana. La instalación la constituyen dos piraguas que flotan sobre aceite quemado, como símbolo de intervención en la Amazonía. Sobre el aceite quemado se proyectará un video y en la pared se verán imágenes de la estructura arquitectónica de las primeras embarcaciones que llegaron a América.

El lugar de Frigerio

Ismael Frigerio siempre ha trabajado en base a la memoria y a la identidad. En este contexto su trayectoria se ha ido configurando de acuerdo a algunos hitos fundamentales, como la invitación que le hizo en los años 80 la curadora y artista visual Amalia Mesa-Bains para participar en Estados Unidos en un proyecto llamado Ceremonia de la memoria, donde cada artista le pedía metafóricamente a la naturaleza que le contara su historia. Fue ahí que empezó a trabajar en torno a América y la intervención de la cultura europea, para posteriormente trasladarse al norte de Chile, donde hizo lo propio concentrándose en las salitreras. Esta última experiencia se tradujo luego en una muestra realizada en 1992, en el Hunter College de Nueva York, que se inauguró un 12 de octubre, titulada Re-merica America. En 1999, cerró ese proyecto en una exposición muy vasta en el Museo Nacional de Bellas Artes.

De ahí comienza a trabajar en base a la memoria de su propia familia e identidad, en el proyecto 100 días al final del mundo, cuyo tema central fue el traslado de maderas de Constitución a Punta Arenas para construir las primeras embarcaciones diseñadas por españoles en América: los célebres faluchos maulinos. Para reconstruir ese relato se basó en algunos documentos familiares, especialmente las cartas de su bisabuela materna. Al final, todo este periplo sirve de sustento a la obra que inaugura en el primer piso de la Galería Patricia Ready, un espacio querido y familiar para el artista, donde ya ha expuesto varias veces.

“La barca, a veces como bote o falucho y que para esta ocasión es una simple y sencilla canoa, actúa como el dispositivo articulador de esta gran narración del pintor. En donde es posible advertir su fascinación por los rojos inmensos para hablarnos del espesor que constituye el paisaje visitado. De ese amarillo enceguecedor, a fin de constatar el constante movimiento de la tierra firme cuando se la observa desde la navegación fluvial; y también de esos grises densos y aceitosos, para declamarnos la temperatura de la tierra cuando el sol da paso a la luna. En síntesis, cada una de estas pinturas constituyen el personal diario de viaje de este artista errante por naturaleza y chileno por accidente”, señala en el texto que acompaña la muestra el curador y artista visual Carlos Navarrete.

Ismael Frigerio (Santiago, Chile, 1955)

Luego de estudiar Filosofía, ingresó la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, donde egresó a fines de los setenta. En 1982 se trasladó a Nueva York, USA, para regresar al país en 2006; allí desarrolló gran parte de su trabajo artístico. Perteneciente a la generación de los ochenta, la narrativa visual del artista transita principalmente en torno a la identidad latinoamericana. Desde fines de los ochenta evolucionó hacia obras de carácter conceptual en instalaciones y acciones de arte. Ha sido distinguido en numerosas ocasiones por diferentes instituciones y ha llevado el nombre de Chile a numerosos rincones del mundo. Hoy vive y trabaja en Santiago.

 Exhibición "Voces del agua"

Exhibición "Voces del agua"