El pasado jueves no fue un día más para los voluntarios de bomberos de la Tercera Compañía de Chiguayante.
Esto, porque se cumplieron 7 años de la tragedia que terminó con la vida de tres de sus miembros, tras ser aplastados por un derrumbe de cerro provocado por intensas lluvias mientras intentaban salvar una vivienda y sus ocupantes.
Así, junto a sus demás colegas de la provincia, decidieron llevar a cabo una ceremonia en homenaje a las víctimas fatales del suceso: el capitán Rodrigo Mora González, el comandante Luis Inostroza Núñez y el teniente Julio Muñoz Dominguez.
Allí por primera vez el sobreviviente, el bombero que pudo estar destinado a sufrir el mismo destino que sus pares, conversó sobre cómo su vida cambió a partir de ese 11 de julio de 2006.
Julio Sepúlveda, superintendente del Cuerpo de Bomberos de Chiguayante, valora su vida día a día y así también le ha enseñado a crecer a sus voluntarios de la “Tercera”. Entre otras cosas su esposa, también se hizo bombero.
Carmen Robles, hermana de Ariel, dueño de la casa que estaba en peligro y quien falleció en el lugar, es familiar también de otras tres víctimas fatales.
Participó de la ceremonia y agradeció el gesto de los bomberos en invitarlos.
Más crecimiento personal, valorar la vida de otra manera y agradecer por estar hoy junto a los suyos, es parte de las frases que más se repitieron en una solemne y sentido acto en Valle La Piedra, a los pies del cerro donde Julio, Rodrigo y Luis perdieron la vida.
Asistieron más de 250 voluntarios de la provincia, quienes marcharon hasta el cementerio de la comuna para rendir un homenaje final.