Los millonarios de Shenzhen, China, han desatado una verdadera polémica en su país, luego de que la prensa diera a conocer que muchos desembolsan entre 1 y 2 millones de pesos mensuales para contratar nodrizas que les proporcionen leche materna, según indicó BBC.

Las mujeres son conseguidas por una agencia, que busca a jóvenes pobres que hayan dado a luz y requieren apoyo económico.

“Los clientes pueden beberla directamente del pecho, o mediante un extractor de leche si se sienten avergonzados”, señaló Lin Jun, propietario de una agencia de suministro de nodriza, Xinxinyu, en declaraciones recogidas por India Times.

La situación despertó la ira de varios usuarios de Internet chinos que creen que esta práctica es poco ética, y muestra la arrogancia de las clases sociales altas, tomando en cuenta los problemas con la contaminación de leche en polvo que se registró hace un tiempo en esa nación.

“Esto se suma al problema del tratamiento de las mujeres como bienes de consumo y la degradación moral de los ricos de China”, escribió Cao Baoyin, escritor y comentarista habitual en los medios chinos.

Según explicó en Medical Daily, el doctor en patobiología y medicina molecular de la Universidad de Columbia, Nsikan Akpan, aunque en el país asiático es una moda, en Estados Unidos existen bancos de leche materna, como el de San José en California, donde se le proporciona el líquido a bebés prematuros o a aquellos cuyas madres no pueden amamantar. Sin embargo, el centro también ha otorgado la bebida a pacientes con cáncer u otras enfermedades graves, pues se sospecha que la leche materna puede destruir células cancerosas, aunque no hay estudios concluyentes.

Lo que sí se sabe es que está llena de anticuerpos, por lo que puede ayudar a las personas que están inmunodeprimidas.

Si bien en el caso de California se realizan exámenes de salud a las donantes para evitar la transmisión de virus o enfermedades infecciosas como hepatitis B, en China la práctica pudiera conllevar un riesgo por no realizarse estas pruebas.

Por otro lado, Akpan explica que aunque la leche humana es rica en vitaminas, un vaso de ésta tiene más carbohidratos y grasas que uno de leche entera de vaca.