Un importante vuelco tuvo la investigación del incendio que destruyó gran parte de la casa que el fallecido conductor tenía en Chicureo. Se habría descartado un corte circuito y todo comenzó a apuntar a la acción de un pirómano.

Peritos de Bomberos y de la Policía de Investigaciones determinaron descartar la explicación que públicamente se conoció aquel 11 de febrero de 2011 y que atribuía a un alza de voltaje el origen del incendio, según un informe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) emitido en octubre del año pasado y al que tuvo acceso La Tercera.

La intencionalidad del incendio apareció luego como la causa más probable, con base en el hallazgo de vidrios de una botella con olor a combustible y un bidón abandonado con restos de algún acelerante del fuego. Además, se creyó muy difícil que el fuego se halla expandido desde el cableado eléctrico o de una camioneta estacionada al interior del inmueble.

La PDI entonces, comenzó a sospechar de un hombre que trabajaba para Camiroaga en Chicureo, llevándole comida, ropa y cigarros. Él apareció horas después del incendio, ofreciendo colaborar en las indagatorias, sin embargo, para la policía civil este interés es parte del comportamiento típico de un pirómano, es decir, volver al lugar del suceso.

Pese a ello, no habrían pruebas para inculpar a esta persona, mientras la investigación se pretende archivar en la Fiscalía de Chacabuco, puesto que el mismo Camiroaga nunca presentó acciones legales para motivar la indagatoria y su familia determinó alejarse de las pesquisas.