Estados Unidos afirmó este jueves que cree que los talibanes seguirán perpetrando atentados en Afganistán aunque los insurgentes entablen negociaciones de paz desde su nueva oficina en Catar.

El martes los talibanes atacaron la presidencia afgana y las oficinas de la CIA en Kabul, lo que ilustra la debilidad del proceso de paz una semana después de que los insurgentes abrieran una oficina política en Catar.

“Francamente, creo que los talibanes continuarán con su intento de negociar en una posición de fuerza”, comentó el enviado especial estadounidense para Afganistán y Pakistán, James Dobbins, en una rueda de prensa en Nueva Delhi.

“Los talibanes seguirán queriendo mantener la presión, para dar la impresión de que Estados Unidos se va a causa de esta presión y no por sus éxitos”, añadió.

Dobbins, de visita en India unos días después de la del secretario de Estado John Kerry, dijo que había hablado con los dirigentes indios de la incertidumbre del proceso de paz afgano.

“Sienten angustia, angustia que sentimos todos. Nadie sabe cómo evolucionará”, admitió Dobbins.

Nueva Delhi, que teme que los talibanes vuelvan al poder después de la retirada de las tropas extranjeras en 2014, invirtió más de 2.000 millones de dólares de ayuda en Afganistán para contrarrestar la influencia de Pakistán, apoyo de los fundamentalistas en los años 1990.

Dobbins estimó, no obstante, que las relaciones entre las dos potencias nucleares rivales del sur de Asia van camino de una mejora después de años de desconfianza mutua.

En política exterior, el nuevo primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, convirtió la mejora de las relaciones con India en su “prioridad número uno”, recalcó Dobbins después de mantener reuniones el martes en Islamabad.

“Una mejora de los vínculos entre India y Pakistán mejorará casi automáticamente la situación en Afganistán”, pronosticó Dobbins.