Un tribunal peruano condenó este viernes a cadena perpetua a Florencio Flores Hala, alias “camarada Artemio”, último líder histórico de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.

La pena fue dictada por delitos de terrorismo, narcotráfico y lavado de activos, anunció la justicia, tras una extensa lectura de más de siete horas.

La sentencia a “Artemio”, nombre de guerra que utiliza desde hace más de dos décadas, se leyó en su presencia en una sala judicial del presidio de la base naval del Callao y puso punto final a un proceso de seis meses.

La defensa de Artemio anunció que apelará la sentencia y presentó un recurso de nulidad.

El dirigente fue capturado herido en febrero de 2012, por fuerzas combinadas de la policía y del Ejército en la selva peruana.

Exjefe regional de la guerrilla en el valle del Alto Huallaga, el “camarada Artemio”, de 51 años, dirigió ataques contra fuerzas de seguridad en esa región de la selva central peruana, conocida también como centro de operaciones de bandas de narcotraficantes y donde se refugió tras la captura en setiembre de 1992 de Abimael Guzmán, fundador y líder histórico de Sendero Luminoso.

Durante el juicio, negó ser un terrorista y se definió como un “revolucionario” en la “gesta heroica de la guerra popular”, un conflicto armado que dejó 69.000 muertos y desaparecidos en Perú entre 1980 y 2000.

El tribunal de la Sala Penal Nacional, conformado por los jueces Clotilde Cavero, María Luz Vásquez y Cayo Alberto Rivera, lo encontró culpable de los tres delitos por los que se le procesó.

La fiscalía peruana lo había acusado de medio millar de acciones terroristas, de la muerte de unos 60 policías, de asesinatos selectivos de civiles y también de tráfico de drogas y lavado de activos en Perú, uno de los principales productores mundiales de cocaína.

“Artemio” es considerado un hombre leal a Guzmán y era uno de los últimos integrantes del Comité central de Sendero Luminoso que continuaba sin condena, debido a sus más de dos décadas en la clandestinidad.