El Galaxy S4, nuevo ‘smartphone’ de alta gama de Samsung, sale a la venta esta semana en todo el mundo para competir con el iPhone 5 y confirmar la ventaja del grupo surcoreano sobre Apple.
Presentado en marzo en el Radio City Music Hall de Nueva York, el Galaxy S4 sale el viernes en Corea del Sur y en el resto del mundo el próximo fin de semana, a un precio aún no precisado.
Igual que el iPhone 5, el S4 no ofrece ninguna revolución tecnológica aunque sí mejoras que pueden ser determinantes en la exacerbada competencia entre los ‘smartphones’ y las tabletas que también utilizan Android, el programa móvil del rival Google.
El S4 está dotado de una pantalla de alta definición (5 pulgadas, 12,7 centímetros), de una batería y un aparato de foto de mejores prestaciones. Puede reconocer los movimientos oculares para hacer pasar las páginas a medida que se efectúa la lectura, o interrumpir los videos cuando el usuario mira hacia otro lado.
“Samsung ha entrado en territorio desconocido. Las ventas del S4 nos dirán si es capaz de defender su nueva posición” de líder mundial de teléfonos móviles y smartphones, afirma James Song, analista de KDB Daewoo Securities.
Por el momento todo parece sonreírle al grupo surcoreano, que prevé anunciar el viernes un aumento del 53% de su beneficio operativo en el primer trimestre respecto al mismo período de 2012 (5.000 millones de euros)
Samsung vendió 65 millones de smartphones en los tres primeros meses de 2013, con una cuota de mercado del 30%, según el gabinete de análisis taixanés DRAMeXchange.
En cambio Apple anunció el martes el primer retroceso de su beneficio neto en casi 10 años. Según DRAMeXchange, se vendieron 37,5 millones de ejemplares del iPhone, con una cuota de mercado mundial del 15,3%.
Samsung le había arrebatado el primer lugar a Apple en 2011 y consolidó su avance el año pasado logrando alrededor de 30% de cuota de mercado, contra 19% para el grupo de la manzana.
El S3 había incluso suplantado temporalmente durante el verano boreal al iPhone 4S como smartphone más vendido, y Samsung ironizó abiertamente sobre su rival en una publicidad donde se veía a la gente haciendo una cola para comprar el iPhone 5 pero mirando con envidia hacia el Galaxy S3.
El grupo surcoreano alberga grandes ambiciones para su sucesor, el Galaxy S4.
El banco CIMB espera al menos que 70 millones de unidades sean vendidas este año. Morgan Stanley alude también a un “objetivo ambicioso” fijado por Samsung a sus distribuidores, que deberán suministrar 10 millones de ejemplares por mes, contra 8 millones de máximo de producción para el S3.
Según Morgan Stanley, el aparato será propuesto a un número récord de 400 operadores en 210 países para una utilización de redes de tercera o cuarta generación (3G o 4G LTE).
Samsung, cuya gama es muy amplia, del S4 a los modelos menos caros en los países emergentes, sigue sin embargo lejos de Apple en términos de rentabilidad, con un margen operativo dos veces más elevado para el grupo estadounidense.
“Samsung tiene mucho camino por recorrer antes de establecerse duraderamente como líder. Nunca ha tenido el genio innovador de un Steve Jobs”, subraya James Song.
“Pero Jobs (muerto de un cáncer en 2011) ya no es más Apple y la compañía tiene dificultades. Ello podría ayudar a Samsung a ganar tiempo como líder”, añade.