El aspirante del PRO a La Moneda, Marco Enríquez-Ominami, se reunió este lunes con la Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria para la Matriz y Desarrollo Eléctrico (CCTP), en una cita en la que abogó por cambios de fondo a las políticas del sector planteando que los chilenos debieran “pagar el agua como agua y no como petróleo”.

Acompañado por el Secretario General del Partido Progresista, Camilo Lagos, el presidenciable recibió a la Directora del Programa Chile Sustentable, Sara Larraín; a Verónica Munita, de la Asociación Chilena de Energía Solar; al Director de la Asociación Chilena de Energías Renovables, Rodrigo García; la coordinadora de la CCTP Teresa Montecino; y al director de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, Rodrigo Herrera.

En la ocasión, la CCTP presentó al candidato la propuesta de reforma energética “Chile Necesita Una Gran Reforma”, elaborada por 40 líderes sociales, técnicos y parlamentarios autoconvocados en la comisión.

“Este es un tema gravitante, por lo que me comprometo a estudiar la propuesta. En general es un área en la que tenemos puntos en comunes. Creo que es clave visibilizar esta materia. Los alcances de una política energética son múltiples y nosotros debemos encontrar la fórmula para comunicarla y que se entienda”, afirmó el abanderado del PRO.

Enríquez-Ominami aprovechó la ocasión para interpelar a los precandidatos de la derecha, expresando que “el 2013 será un plebiscito respecto de quienes defienden el modelo actual y quienes queremos una reformulación de éste, un cambio de reglas. Laurence Golborne y Andrés Allamand son, por omisión, grandes defensores del modelo. Con esto manifestamos nuestra total ruptura con quienes, durante más de dos décadas, han promovido un modelo sinónimo de contaminación, dependencia, altos precios, no sustentable y poca competencia”.

Para finalizar, el ex diputado enfatizó que “el futuro energético de Chile no puede ser determinado por los intereses de las empresas eléctricas, su lobby y aquellos sectores políticos que el gobierno favorece por sobre el interés común y la ciudadanía. Que quede claro que nuestra premisa no es regular a estas empresas sino que haremos un cambio más radical, un cambio de reglas. Debemos pagar el agua como agua, no como petróleo”.