Los rectores de las universidades Arcis, Academia de Humanismo Cristiano, Raúl Silva Henríquez y Miguel de Cervantes, quienes esta mañana se reunieron con los integrantes de la Comisión de Educación del Senado, consideran que el proyecto de Acreditación afecta a la autonomía universitaria, la transparencia y no apunta a la calidad y equidad en la educación.
En plena ronda de audiencias se encuentra la Comisión de Educación del Senado que se encuentra viendo el proyecto de ley que crea la Agencia Nacional de Acreditación y establece un nuevo sistema de acreditación, iniciativa que ha sido fuertemente cuestionada por rectores de diversas universidades privadas por considerar que merma la autonomía universitaria; no deja claro la clasificación que se tendrá para la gran variedad de casa de estudios que existen en el país, así como los estándares de evaluación.
Los rectores consideran que dicha iniciativa afecta la transparencia y no apunta a la calidad y equidad, puntos importantes que debiera considera el debate.
Jorge Baeza, rector de la Universidad Católica Silva Henríquez apunta al concepto de calidad. Enfatiza que éste no puede ir separado de identidad y viabilidad: “Una universidad de calidad que no es viable, es una irresponsabilidad; pero no basta para hablar de calidad una sustentabilidad financiera, el aseguramiento de la calidad no se limita al informe de una aseguradora de riesgo (…) Pero, una universidad de calidad que no posea una identidad, es una institución sin misión y visión propia que la guie y la vincule con su contexto”. Asimismo agregó que “una universidad con identidad y viable, pero sin calidad, es una institución que solo puede ser mediocre. Nuestras universidades trabajan con sectores pobres, pero no son pobres universidades”.
Baeza, indicó que es importante que se establezcan claramente los criterios de evaluación, ya que no es viable medir a todas las universidades por igual. “No es lo mismo evaluar a una universidad con cien años de prestigio que a una que cuenta con diez. No es lo mismo una universidad que se dedica a la docencia que una que enfatiza en la investigación. Deben quedar claros los criterios de medición”.
Del mismo modo, para el rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, José Bengoa, el proyecto no deja claro hacia dónde va en materia de calidad en la educación, siendo éste el punto que debiera primar. “¿Qué se entiende hoy por calidad? Eso no queda claro. Pareciera que está muy ligado con la parte comercial y la propaganda, alejada de la calidad académica y procesos de aprendizajes. El mercado no regulado sobre la educación es el tema central al hablar de calidad”, enfatizó.
La iniciativa legal que, entre otras cosas, establece en 6 los años de acreditación (y otorga una acreditación provisoria por tres años) solo significará, según Bengoa, la liquidación de la mayoría de las universidades en el país.
“Hay que defender la idea de una educación superior no elitista, punto que se pierde de vista en el debate. Lo que se plantea en la iniciativa es la liquidación de la mayoría de las universidades”, indicó.
Carlos Margotta, rector de la Universidad ARCIS, coincide en que la iniciativa “profundiza en el debilitamiento de la educación pública y establece estándares bajos de calidad, lo cual genera un grave perjuicio para la educación”.
Margotta, hizo un llamado a establecer un debate con alturas de miras, serio y en donde participen todos los actores involucrados.
Los rectores entregaron sus observaciones y reparos ante los parlamentarios que integran la Comisión de Educación de la Cámara Alta, instancia que durante todo el mes de marzo ha recogido la opinión de expertos y actores involucrados.