La Superintendencia de Educación del Bío Bío admitió que las religiosas del colegio Inmaculada Concepción se exponen a perder su calidad de sostenedoras, en caso de constatarse el desacato de resoluciones judiciales. Hasta el momento, la negativa a matricular a cuatro alumnas -medida ordenada por los tribunales- se ha traducido en tres sumarios a cargo del organismo.

El titular de la Superintendencia, Rodrigo Yévenes, reconoció a Radio Bío Bío el complejo escenario por el que atraviesa el establecimiento educacional, debido a que el problema con las hijas de tres apoderados a las cuales se niega la matrícula -dijo- pasó del ámbito administrativo al judicial.

Esos sumarios, en etapa de descargos actualmente, deberían concluir a fines de marzo, enfrentando el colegio Inmaculada Concepción el pago de multas.

Paralelamente, la justicia podría en cualquier momento acreditar el desacato en que estaría incurriendo la representante de la sostenedora, religiosa Eliana Carrera, al no cumplir fallos de la Corte de Apelaciones penquista y de la Corte Suprema que ordenan las matrículas de las jóvenes.

Consultado sobre esta última eventualidad, Yévenes admitió que pondría a la congregación religiosa sostenedora en un grave problema.

Uno de los padres de las afectadas, Patricio Leal, indicó que ante los últimos fallos, los abogados del establecimiento se estarían allanando a recibir a las alumnas. Eso, sin embargo, tendría condiciones que Leal -adelanta- no aceptarán.

El conflicto en el Inmaculada Concepción surgió el año pasado tras el anuncio de la venta del colegio. Leal, junto a Miguel Palacios y Alejandro Grandón, entonces dirigentes del centro de padres, lideraron la oposición a esos planes, logrando impedir el fin del centenario proyecto educacional.