La justicia federal brasileña rechazó la acusación penal contra la petrolera estadounidense Chevron y la empresa suiza de plataformas Transocean por el derrame de unos 3.000 barriles de crudo en 2011, informó este jueves la estatal Agencia Brasil.
El fallo del juez Marcelo Luzio Marques de Araújo fue enviado el martes a la fiscalía, que tiene cinco días para apelar.
De todas formas, las acciones civiles en reclamo de gigantescas indemnizaciones continúan.
En una nota enviada a la AFP, Chevron dijo estar “complacida con la decisión de la corte”.
“Nos mantenemos comprometidos con nuestra política de transparencia y de cooperación cercana con las autoridades brasileñas. Estamos comprometidos a resolver las cuestiones referentes al incidente” registrado en noviembre de 2011 en el campo de Frade, 370 km al noroeste de Rio de Janeiro (sureste).
Unos 3.000 barriles de petróleo fueron derramados en altamar, y en marzo de 2012 se registró una nueva fuga, más pequeña, de cinco litros, a 3 km de la primera.
La fiscalía federal denunció a Transocean, a Chevron y a 17 empleados de esta firma, incluido el expresidente de Chevron-Brasil George Buck, por crimen ambiental y daño al patrimonio público.
Todos fueron acusados de dificultar la acción fiscalizadora del poder público, elaboración de planes de emergencia engañosos y alteración de documentos, entre otros cargos, que conllevaban más de 31 años de prisión en caso de condena, según la prensa local.
Transocean continúa operando en Brasil -salvo en el campo de Frade-, pero la producción de Chevron está suspendida desde marzo de 2012.
En diciembre pasado la fiscalía federal de Rio de Janeiro (MPF) y la petrolera Chevron habían firmado un acuerdo por el cual la empresa estadounidense se comprometía a pagar 310 millones de reales (unos 155 millones de dólares) por el derrame.
Antes, en setiembre, había pagado una multa de unos 17,5 millones de dólares por 24 infracciones derivadas del derrame.