Atento están en Norteamérica y Europa, a lo que va a ocurrir cerca de las 13:00 horas en Santiago, cuando el presidente Sebastián Piñera materialice el traspaso oficial del mando de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que representa a 33 países del continente, al presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Raúl Castro.

El país isleño en 1962 fue excluido de participar en la Organización de Estados Americanos (OEA) cuando Estados Unidos y sus aliados se opusieron bajo el argumento literal que “la adhesión al marxismo-leninismo” era incompatible con el sistema interamericano y que el respaldo de ese gobierno con el comunismo mundial rompían la unidad y solidaridad continental.

A lo anterior sólo se opuso México, que brindó su apoyo a Cuba, no así Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Chile, que se abstuvieron de votar, para garantizar las buenas relaciones con el país del norte.

Por ello y tras 50 años, la imagen de que Cuba con un integrante del clan Castro asuma en Chile bajo un gobierno de derecha la presidencia que representa 33 países, y donde EEUU y Canadá están fuera, es una señal de vigencia para la institucionalidad tildada como de “dictadura”.

Razón por la cual las principales cadenas informativas del mundo están expectantes, a lo que se sumarán las posibles palabras que entregue Raúl Castro.