La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, suspendió su agenda en Chile, donde participaba de la cumbre entre América Latina y Europa, para viajar a Santa Maria, en el sur de Brasil, donde más de 150 personas murieron tras el incendio de una discoteca.

“La presidenta anticipó su retorno para viajar directamente a Santa Maria”, informó la Presidencia a la AFP.

El comisario de la policía civil Sandro Meinerz, informó al canal de televisión Globo que “Son más de 150 víctimas ya confirmadas”.

La misma cifra fue confirmada por el comandante de bomberos Moisés da Silva Fucs.

“Son unos 150 cuerpos”, dijo Fucs a la radio CBN, e informó que todavía “no conseguimos sacar todos los cuerpos” del local.