El presidente estadounidense Barack Obama prometió este domingo hacer todo lo que esté en su poder para evitar tragedias como la “violencia indescriptible” que costó la vida a 26 personas, entre ellas 20 niños, en una escuela de la localidad de Newtown (Connecticut, noreste).
Citando uno a uno durante una ceremonia religiosa los nombres de los 20 niños asesinados, Obama llamó a “hacer que nuestro país sea digno” de su memoria, tras haber comunicado a los familiares y allegados de las víctimas “el amor y las plegarias” de Estados Unidos.
Durante su discurso, en una gran sala del colegio secundario de Newtown en el que había sido precedido en el uso de la palabra por representantes de los grandes cultos monoteístas, Obama llamó a sus compatriotas a preguntarse si “estamos haciendo lo suficiente para proteger a nuestros hijos”.
“Estuve pensando en eso en estos últimos días, y si somos honestos con nosotros mismos la respuesta debería ser ‘no’”, agregó el presidente, observando que esta visita a Newtown era la cuarta que realizaba en sus cuatro años de gobierno a un lugar que fuera escenario de actos de violencia mortal.
“No podemos tolerarlo más. Estas tragedias deben terminar. Y para que así sea, debemos cambiar”, afirmó el mandatario.
“En las próximas semanas, me valdré de los poderes que mis funciones me confieren para reunirme con mis conciudadanos, desde las fuerzas del orden hasta los profesionales de la psiquiatría y los profesores, con el fin de trabajar para que tragedias como ésta puedan ser evitadas”, prometió el presidente.
“No podemos aceptar que hechos como estos se conviertan en rutina. ¿Estamos dispuestos a decir que somos impotentes ante masacres como la de Newtown? ¿Que la situación política es demaiado difícil?”, se interrogó, aludiendo al debate sobre la tenencia de armas que se acentuó en Estados Unidos en estos días.
“¿Y estamos dispuestos a decir que una violencia como esta, de la que son víctimas año tras año nuestros hijos, es de una manera u otra el precio a pagar por la libertad?”, insistió el presidente, presionado desde el viernes para que se actúe finalmente en favor de instaurar límites a la posesión de armas por los ciudadanos estadounidenses.
Este domingo, la Policía de Connecticut identificó formalmente al atacante de la escuela como Adam Lanza, de 20 años, y catalogó su muerte como suicidio.
El teniente Paul Vance, portavoz del cuerpo, también confirmó que Lanza asesinó a su madre Nancy en el domicilio de ambos antes de cometer la masacre y que se disparó con un arma corta, así como que el arma que utilizó en el ataque fue un rifle de asalto Bushmaster.
La policía había revelado el sábado la identidad de las 26 víctimas de la escuela primaria Sandy Hook.
Entre ellas hay doce niñas y ocho niños. Dieciséis de los 20 niños tenían 6 años y 4 de ellos ya habían cumplido los 7. El más joven, Noah Pozner, cumplió seis años el 20 de noviembre. El mayor, Daniel Barden, había cumplido 7 años el 25 de setiembre. La mayoría de los niños estaba en primer año, según las autoridades.
Seis mujeres adultas, integrantes de la dirección de la escuela, figuran también en la lista de víctimas. Entre ellas la directora, dos maestras y la psicóloga del centro educativo.
Victoria Soto, de 27 años, habría sido asesinada tras haber escondido a sus alumnos en un armario. La directora, Dawn Hochsprung, de 47 años, y la psicóloga, Mary Sherlach, 56 años, fueron alcanzadas por los disparos mientras corrían para proteger a los niños tras haber escuchado las detonaciones, explicó una responsable de la escuela, Janet Robinson.
Mary Ann Jacob, empleada de la biblioteca, contó que se encerró con tres adultos y 18 niños en una sala de ordenadores. Dijo a los niños que se trataba de un ejercicio.
Una alumna, Lenie Urbina, de 9 años, contó a sus padres que había escuchado a alguien decir “Las manos en alto, y luego ‘bang, bang, bang’”.
El médico forense Wayne Carver precisó que los niños y las mujeres asesinadas por Adam Lanza recibieron varios disparos cada uno. “Entre tres y once en los siete (cuerpos) que examiné personalmente”, dijo a la prensa.
El gobernador de Connecticut, Dan Malloy, dijo a la cadena ABC que el atacante “ingresó a la escuela a los tiros. (Las puertas de) la escuela estaban trancadas. Utilizó un arma para romper el vidrio, y luego ingresó”.
La investigación que se lleva a cabo tanto en la escuela como en la casa del asesino, donde vivía con su madre, permitió encontrar “muy buenos elementos” que “esperamos permitan hacernos una idea completa de cómo y, sobre todo, por qué se produjo todo esto”, dijo el portavoz Vance.
La personalidad de Adam Lanza sigue siendo un enigma. Excompañeros de clase lo describen como alguien tímido, solitario y muy inteligente.
El asesino no dio señales de estar preparando una masacre. Algunos evocaron el síndrome de Asperger, un trastorno de carácter autista, caracterizado por las dificultades para las relaciones sociales. Pero esto no fue confirmado.
De todas las masacres en campus universitarios y escuelas de Estados Unidos, el saldo en número de víctimas de este episodio sólo fue superado por la de la Universidad Virginia Tech en 2007, donde 32 personas fueron asesinadas.