Tras cinco años de triunfos europeos en el Mundial de Clubes, todo hacía presagiar una nueva victoria del Viejo Continente, representado por el Chelsea del multimillonario Roman Abramovich, pero el título del Corinthians dio un balón de oxígeno a Sudamérica.

Desde que Milan ganara en 2007, se sucedieron los triunfos europeos con Manchester United (2008), Barcelona (2009 y 2011) e Inter de Milán (2010).

Además, los dos títulos del fútbol sudamericano en la nueva versión del Mundial, ganados por Sao Paulo contra Liverpool en 2005 e Inter de Porto Alegre frente a Barcelona en 2006, llegaron en partidos en que los europeos dominaron ampliamente y los equipos brasileños capitalizaron sus ocasiones.

De este modo, la edición de 2012 parecía destinada al Chelsea, sobre todo después del buen partido que hizo el equipo londinense en semifinales contra el Monterrey, en que se impuso por 3-1.

“Sin duda alguna, el nivel que tienen los clubes de Europa es el más alto. La contratación de jugadores pone de manifiesto que los equipos de ese continente sean sumamente fuertes, en todos los aspectos: físico, táctico, técnico y mental”, afirmó el técnico mexicano, Víctor Vucetich, tras la derrota del Monterrey contra Chelsea.

“Eso hace que las grandes potencias como Chelsea, Manchester City, Barcelona o Real Madrid puedan tener los mejores jugadores y el nivel más alto”, añadió.

Las diferencias entre los clubes europeos y americanos se ha ido acrecentando en los últimos años, sobre todo después de que muchos jugadores brasileños, argentinos, uruguayos, colombianos, mexicanos, ecuatorianos o peruanos, se marchen a Europa a los centros de formación de grandes clubes en edad juvenil.

Pero el semillero sudamericano suplanta sin problema a los que se van y es capaz de seguir compitiendo con los grandes clubes, como demostró el Corinthians, que parece haber devuelto la ilusión al fútbol de la región.

El equipo brasileño trato de tú a tú al Chelsea y se hizo merecedor de la victoria.

Además, los clubes brasileños están consiguiendo que sus estrellas prefieran seguir jugando en su país en lugar de partir a Europa, como es el caso de Neymar en el Santos o Paulinho en el propio Corinthians.

“Después de la Libertadores tuve propuestas y no las acepté. Ahora no tengo propuestas. Hay solo especulaciones. Si fuera campeón del mundo de clubes no cambiaría nada, sigo en Corinthians. Quiero quedarme en 2013″, afirmó Paulinho durante el Mundial de Clubes.

Por otra parte, los equipos brasileños, con mejor situación económica que otras temporadas, están consiguiendo que estrellas sudamericanas e incluso algunas europeas, vengan a jugar al campeonato del país sudamericano.

El Corinthians, por ejemplo, fichó esta temporada al delantero peruano Paolo Guerrero, procedente del fútbol europeo, tras llevar diez años en la Bundesliga, entre el Bayern de Múnich y el Hamburgo.

Guerrero fue el héroe de Corinthians, junto al portero Cassio Ramos, al anotar los dos goles de Corinthians en el Mundial.