Estados Unidos y la Eurozona deben evitar la austeridad a ultranza en los próximos meses para evitar que la economía mundial, ya de por sí débil, caiga en la recesión, advierte este martes la OCDE en su informe “Perspectivas económicas mundiales”.
“Tras cinco años de crisis, la economía mundial se debilita de nuevo”, constata la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sede en París.
En su informe semestral, la OCDE revisa a la baja sus previsiones de crecimiento en la mayoría de las grandes economías.
La economía de Estados Unidos seguirá creciendo menos que en las previsiones anteriores de la OCDE en mayo. El PIB estadounidense crecerá este año 2,2% y 2% en 2013 y 2,8% en 2014.
Pero es sobre todo en la zona euro, cuya crisis sigue siendo la “principal amenaza para la economía mundial” que la situación se agrava. Pese a los recientes avances a nivel político, el contexto sigue “precario” y “no es difícil imaginar que la situación pueda degenerar”, lo que arrastraría al mundo a la recesión.
La recesión en la Unión Monetaria será mayor de lo esperado en 2012, con un repliegue del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,4% este año y del 0,1% el próximo. La recuperación tendrá que esperar hasta 2014, cuando se espera un crecimiento del 1,3%.
Según el club de países ricos, el “factor clave” de estas perspectivas morosas es una “caída significativa de la confianza”, con el fondo de reducción de los déficits, la desaceleración en los países emergentes y un desempleo alto, que en la zona euro se elevará a un récord del 12% de la población activa en 2014.
El economista jefe de la organización Pier Carlo Padoan pide que se evite cualquier “saneamiento excesivo de las finanzas públicas a corto plazo”, de ambos lados del Atlántico.
“Si no se evita el muro fiscal, un impacto negativo considerable podría llevar a Estados Unidos y a la economía mundial a la recesion”, advierte.
Republicanos y demócratas deben encontrar un acuerdo como sea antes de finales de año para reducir el déficit a medio plazo, que sea “más comedido” que los cortes y las subidas de impuestos drásticas, que de lo contrario, entrarían automáticamente en vigor para 2013.
En la zona euro, el ajuste del objetivo presupuestario estructural “debería atenerse a los objetivos actuales” y los estabilizadores automáticos (como las prestaciones sociales) deberían poder “jugar libremente”, advierte.
Esto significa que los gobiernos no deberían adoptar nuevas medidas de austeridad si el crecimiento esperado si no se alcanza el crecimiento esperado o no se cumplen los objetivos de reducción de déficit público.
Según la OCDE, “para evitar la pérdida de credibilidad que afectaría a los países que actúen por su cuenta, una política así debería definirse y anunciarse de manera concertada” a nivel europeo. Dicho de otra manera, la Comisión Europea debería aflojar sus requisitos y hacer saber que no sancionará a los Estados que incumplan los objetivos el próximo año.
En caso de que la situación se agrave, los gobiernos deberían “desacelerar los ajustes fiscales” y que Estados virtuosos como Alemania, adopten “medidas temporales de reactivación”.
Pero la zona euro también debe acelerar su estrategia para salir de la crisis, en particular poniendo en marcha una verdadera unión bancaria. Y es que la OCDE deplora que la “crisis se haya prolongado de manera excesiva debido a la tardanza y la insuficiencia de las intervenciones públicas”.