Los minutos que anteceden a una maratón son, por lo general, de ansiedad. Cada uno de los participantes desea que todo comience pronto. Pero antes de la partida vienen el período elongación, calentamiento e hidratación.
Muy pocos saben que estos instantes previos son claves si queremos evitar deshidratarnos en la mitad de la competencia, ya que cuando la sed llegue, será imposible beber agua de manera correcta y más bien deberemos esperar llegar a los puntos que la organización dispone para este efecto.
Antes de comenzar a correr, la mayoría de los participantes amateur no se preocupan mucho de tomar agua, ya que como nadie está sudado, el cuerpo no necesita del agua. En otras palabras, no tienen sed. Pero lo ideal es adelantarse a esa opción, puesto que dicha sed obedece a que nuestro organismo está comenzando a deshidratarse.
Es bueno tener claro que cuando comenzamos a hacer un ejercicio y, en especial una actividad extrema como correr, el calor del cuerpo aumenta, y el sistema de termorregulación actúa emitiendo sudor a la piel para enfriarlo.
Luego se libera gran cantidad de agua en forma de vapor y el organismo comienza también a extraer agua del plasma sanguíneo.
Allí comienzan los problemas para el rendimiento cardiovascular, ya que cuando desaparece el agua de la sangre, ésta se vuelve densa y cuesta más trabajo moverla por todo el cuerpo, haciendo que la frecuencia cardiaca aumente y con eso se inicie la fatiga. Todo lo anterior es consecuencia de la baja ingesta de agua, en los momentos previos a cada maratón.
En conclusión, si vamos a participar en una prueba de runners debemos beber agua mucho antes de comenzar la prueba, puesto que cuando ingerimos líquido y posteriormente realizamos una actividad cardiovascular, nuestro organismo se deshace de él rápidamente.