El Servicio Nacional de Menores reafirmó su compromiso con los jóvenes y niños infractores de ley, a pesar de la alta reincidencia que existe, por ejemplo en el caso del menor apodado “el Chuky” en Los Ángeles.
Frente a situaciones que implican una alta complejidad de problemas conductuales, como los de este joven angelino de sólo 16 años, quien ya registra más de 30 detenciones en su prontuario policial, desde el Sename reiteraron que su rol es procurar la reinserción social.
La coordinadora técnica de la Unidad de Justicia Juvenil de este servicio en la región del Bío Bío, Susana Tobar, indicó que existen casos especialmente complejos, como el del “Chuky”, ya que se asocia además la adicción a las drogas.
Los jóvenes que son sancionados por el sistema judicial pasan a formar parte del grupo destinado a la intervención del Sename. Y de ellos Tobar destaca que existen casos en los que han logrado salir de la delincuencia e incluso, han completado estudios superiores, por eso la importancia de no bajar los brazos.
La profesional destacó que el éxito de los programas que se aplican individualmente a cada menor infractor de ley, también requiere de la participación del entorno del sujeto y de la colaboración de la sociedad en la que está inmerso, es por eso que pese a aplicar todos los mecanismos que dispone Sename, se presentan casos de reincidencia.