Mineros cortaban con piedras la ruta en Pongo, a 35 km de la sede del gobierno de Bolivia, y al menos otras tres vías de acceso principales a La Paz, en el segundo día de protestas que mantienen aislada a la ciudad con el interior del país y las fronteras de Perú y Chile.
Desde el lunes, mineros de cooperativas llegados de Guanay, Teoponte o Mapiri, principales regiones auríferas de los valles de los Yungas cerca de La Paz, hacen causa común con sus colegas de Colquiri, que defienden su derecho de explotar una rica veta de estaño en pugna con trabajadores estatales.
En Pongo, a 3.800 m de altitud, cerca de una laguna de alevinos de trucha que hace famoso al lugar, 2.000 mineros trasladaron rocas al camino a lo largo de 12 kilómetros hasta el poblado Unduavi, cabecera de ingreso a Yungas, constató la AFP.
Allí duermen y pasan el día atentos a que ningún vehículo pueda pasar el corte de ruta.
El bloqueo a La Paz, que actualmente sólo está conectado con el interior y exterior del país por vía aérea, ocurre también en Konani -152 km al sur de la sede del gobierno, en plena puna altiplánica– por unos 700 mineros, según reportó la Policía Caminera.
Otra importante carretera, que une La Paz con la región peruana de Puno, de intenso flujo turístico, está bloqueada por unos 400 cooperativistas “a la altura (del puente) de Santa Ana”, 90 km al noroeste de La Paz, indicó el mismo reporte policial.
Algunos transportistas intentaban salir hacia Perú por la región de Desaguadero, a unos 90 km de La Paz, pero este trayecto también comenzó a ser afectado, de acuerdo con informes de radio del lugar.
Ante este escenario, el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, se quejó ante periodistas al ingresar a su despacho en La Paz: “Ya tenemos mucho perjuicio, 24 horas cercados, prisioneros por la intolerancia”, dijo.
A pesar de sus esfuerzos, Romero ha fracasado hasta el momento en todos los intentos por desactivar la disputa entre mineros del Estado y cooperativas privadas que luchan por controlar una veta de estaño en la mina Colquiri, 250 km al sur de La Paz, expropiada por el gobierno a una filial local de la suiza Glencore.
Esta pugna provocó el martes pasado la muerte de un minero estatal y nueve heridos en La Paz en duros enfrentamientos contra cooperativistas. En junio un choque en Colquiri se saldó también con 22 mineros heridos.
El corte de rutas abarca además a otras regiones del país: Oruro (sudoeste, Potosí (sudoeste), Cochabamba (centro), Tarija (sudeste) y Santa Cruz (este).
El bloqueo de carreteras sigue en curso a pesar de que la propuesta oficial de que la veta sea compartida con los mineros del Estado fue aceptada por los dirigentes del corporativismo.
La Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) anunció este martes que el bloqueo continuará hasta que el gobierno atienda los 13 puntos de su pliego, entre ellos el ajuste de las leyes de Cooperativas y de la Minería.
Por su lado, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros (FSTMB) ratificó la huelga de 72 horas a partir del miércoles convocada por la unitaria Central Obrera Boliviana (COB) en apoyo a la estatización plena de la mina Colquiri.