La diputada Andrea Molina reconoció que el actual sistema medioambiental no le permite a las autoridades de esta cartera contar con mayores herramientas de fiscalización, algo que claramente va en desmedro de la población de los sectores que se ven afectados con episodios de contaminación.

Molina señaló que tras los últimos peak de SO2 que ha enfrentado puntualmente la zona Quintero-Puchuncaví, la autoridad medioambiental se encuentra atada de manos, por lo que hizo un llamado a que la nueva norma de fundiciones sea mucho más drástica, lo que permitirá aplicar sanciones más duras.

La autoridad indicó que la normativa en estudio se refiere al límite de emisiones para los próximos 2 años y medio basada en una producción de 19 mil toneladas, en circunstancias que el año 2011 solamente se emitió 11 mil toneladas.

La parlamentaria explicó que el valor de 19 mil toneladas fue considerado como un promedio de 5 años para fijar el tiempo intermedio de 2,5 años; sin embargo, el proyecto no consideró que Codelco Ventanas hizo una serie de inversiones durante el periodo 2008-2010, por lo que ese promedio no es representativo, generando holgura en las emisiones que no son las reales o al menos las declaradas por la empresa en los últimos 5 años.

Por otra parte, Molina advirtió que las empresas del cordón industrial están asociadas a un acuerdo de producción limpia que hasta ahora no ha dado los resultados esperados por cuanto el parque industrial no ha cumplido su propia palabra.

En este sentido, manifestó que es tremendamente importante contar con la participación ciudadana y en base a ello realizó un llamado para que la gente se instruya en los talleres que ha generado el Ministerio de Medio Ambiente, de manera que hagan sus alcances y se interioricen de la nueva norma de fundiciones.