El descubrimiento este domingo de los cadáveres de 17 hombres con disparos de armas de fuego en una carretera del estado de Jalisco (oeste) marcó una nueva jornada de violencia en México, un país que sufre una incesante ola de ataques asociados al narcotráfico.

“Son 17 (cuerpos) que se encontraron en el Ejido de Modelo (del municipio de Tizapán) con disparo de arma de fuego”, informó a la prensa el procurador estatal Tomás Coronado.

“Mencionan testigos de esa zona que unas personas llegaron en unas camionetas y los arrojaron y se fueron, prácticamente estaban todos atados con cadenas”, añadió.

El fiscal dijo que existe “la probabilidad de que en otro estado pudieron privarlos de la vida” y posteriormente los abandonaron en Jalisco, en el Ejido de Modelo, de Tizapán -de unos 20.000 habitantes- fronterizo con el estado de Michoacán, ambos con costas en el Océano Pacífico.

Al momento ningún cártel se ha responsabilizado por los crímenes, ni se ha realizado ninguna detención.

El miércoles la Marina Armada de México capturó a Jorge Eduardo Costilla, alias El Coss, líder del Cártel del Golfo, una de las siete más grandes organizaciones delictivas del país.

Aunque el gobierno consideró que su aprehensión representa un fuerte golpe al cártel del Golfo, con bastión en el estado de Tamaulipas, y al narcotráfico en general, el viernes fueron encontrados los cadáveres de 16 personas en dos puntos de Nuevo Laredo, una de las principales ciudades de ese distrito, fronterizo con Estados Unidos.

Nueve de esos cuerpos fueron colgados en un puente de un cruce vial. Los cuerpos fueron abandonados junto a un mensaje en el que un grupo del narcotráfico se atribuyó el múltiple crimen, reportó el viernes un funcionario del gobierno de Nuevo Laredo, una ciudad sacudida en los últimos meses por pugnas entre los cárteles del Golfo y Los Zetas.

Ese mismo día la fiscalía de Tamaulipas reportó que en una carretera, a la altura del municipio de San Fernando, se encontraron otros siete cuerpos.

En agosto de 2010 en un lote baldío de San Fernando fueron hallados los cadáveres de 72 inmigrantes, una matanza atribuida entonces por el gobierno al cártel de Los Zetas.

Analistas han anticipado que la captura de Costilla, una semana después que fuera detenido Mario Cárdenas -el otro capo del cártel del Golfo- provocaría una escalada de violencia en varios puntos de México, al profundizar la disputa que mantienen Los Zetas y la llamada Organización del Pacífico que encabeza el cártel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, prófugo desde 2001.

Más de 60.000 personas han muerto durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, quien a su llegada al poder en 2006 lanzó una ofensiva militar contra los cárteles del narcotráfico y que dejará la presidencia el 1 de diciembre.

Otro de los protagonistas de la guerra entre narcotraficantes es el cártel de La Familia surgido en el estado de Michoacán, del que se escindió la organización delictiva Los Caballeros Templarios.