El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, declaró el martes que las potencias extranjeras debían limitarse a crear las condiciones para la apertura de un diálogo entre las diferentes partes en Siria.

“No debe haber ninguna injerencia exterior”, declaró, según imágenes de la televisión rusa. “La única cosa que deben hacer los actores extranjeros es crear la condiciones para la apertura de un diálogo”, estimó.

El presidente estadounidense Barack Obama había advertido el lunes que “por ahora” no había ordenado una intervención militar, pero advirtió de que “habría enormes consecuencias si empezamos a observar movimientos de armas químicas en el frente o que se están usando armas químicas”.

Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, al menos 15 personas, entre ellas mujeres y niños, murieron el martes en Siria, donde el ejército bombardeaba Alepo.

Por su parte, los rebeldes sirios dijeron controlar cerca de dos tercios de Alepo, segunda ciudad de Siria, donde se lleva a cabo una batalla decisiva, pero una fuente de las fuerzas de seguridad desmintió esta afirmación.