La agencia de calificación financiera Moody’s elevó el martes de Ba1 a Baa3 la nota de la deuda soberana de Uruguay en moneda local y extranjera, otorgándole así el grado inversor que el país había perdido en 2002, durante la peor crisis financiera de su historia reciente.

La perspectiva de la nota se mantiene positiva, destacó Moody’s.

La agencia se sumó así a Standard and Poor’s (S&P), que había devuelto en abril al país el grado inversor.

Al justificar su decisión, Moody’s destacó que en general el perfil crediticio soberano de Uruguay “se ha alineado con el de países grado de inversión con calificación Baa”.

Además, elogió la “mejora sostenida de los indicadores fiscales que ha estado acompañada de un significativo fortalecimiento del balance general del gobierno” y la “menor vulnerabilidad crediticia a choques regionales ante mayor diversificación económica y amplias reservas de liquidez”.

Desde 2004 los déficits del gobierno han estado entre 1% y 2% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el indicador de deuda del gobierno central se ubica por debajo del 40% del PIB después de haber estado en cerca de 80% en 2004.

“Moody’s anticipa que estas tendencias positivas se mantengan dando lugar a reducciones adicionales en los ratios de deuda durante los próximos años”, añadió, destacando que el gobierno “enfrenta riesgos de financiamiento moderados ya que sus requerimientos financieros brutos se ubican en cerca de 3% del PIB, de los más bajos entre países calificados por Moody’s”.

La economía uruguaya -basada en el sector agropecuario y el turismo- se encamina a registrar en 2012 su décimo año consecutivo de expansión, con un crecimiento esperado de 4%.