Más de 20.000 personas, incluyendo a unos 14.000 civiles, murieron en la violencia en Siria desde el comienzo de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, en marzo de 2011, anunció el sábado el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Este total de 20.028 personas incluye a 13.978 civiles, 5.082 miembros del ejército y de los servicios de seguridad y 968 desertores, indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH, con sede en Gran Bretaña, que basa sus informaciones en una red de militantes en Siria.

El OSDH registra como civiles a los hombres armados que combaten contra el régimen sin ser ex soldados.

Las fuerzas de Bashar al Asad lanzaron el sábado su ofensiva contra Alepo bombardeando a los insurgentes en esta ciudad, la segunda de Siria y pieza vital en la lucha por el control del país.

Es imposible obtener un balance de fuente independiente desde que la ONU dejó de contabilizar, a fines de 2011, las víctimas de este conflicto.