El defensor Marcelo, campeón en la última temporada de la liga española con Real Madrid, admitió el miércoles sentir el cosquilleo en el estómago por la emoción de debutar ante Egipto bajo la presión de que la Seleçao deba ganar por primera vez el oro olímpico.

“Se siente el frío en el estómago de la emoción. Está también la responsabilidad grande que siempre tiene Brasil de ganar. Hay ansiedad, pero estamos muy enfocados, concentrados”, dijo mientras enfrentaba sólo a la prensa, delante de un atril, en medio de un campus de ensueño al oeste de Londres.

Brasil intentará a partir del jueves en el estadio Millenium de Cardiff, capital de Gales, iniciar la campaña que lo lleve por primera vez en la historia a lo alto del podio, en un partido frente a Egipto, al abrirse el fuego del grupo E del fútbol masculino de los Juegos Olímpicos Londres-2012.

Sobre un césped de un verde reluciente y tan parejo que parecía cortado con una hojita de afeitar, Marcelo aclaró, sin embargo, en el centro deportivo de la Universidad de Cardiff, que “el equipo está tranquilo, muy unido, tan unido como sea necesario”.

En un día soleado y caluroso, frente a una tienda de campaña blanca que protegía a los camarógrafos, se presentó con una sonrisa, con su cabello negro ensortijado, en apariencia sereno, pero con la procesión por dentro para afirmar que en el fondo está “muy confiado”.

El grupo E se completa con Bielorrusia y Nueva Zelanda, los dos futuros rivales de Brasil sucesivamente, que juegan a la misma hora, las 19h45 locales (18h45 GMT), en el City of Conventry Stadium.