El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que compartió lágrimas y abrazos el domingo con los familiares de los fallecidos en la masacre ocurrida en Aurora, así como con los sobrevivientes, afirmando que el país entero “estaba pensando en ellos”.

Luego de encontrarse con los sobrevivientes que se encuentran todavía hospitalizadas en Aurora, el presidente dijo que “tuvo la oportunidad de darles algunos abrazos y de derramar algunas lágrimas, pero también de compartir algunas risas” mientras los familiares recordaban las “maravillosas” vidas de las víctimas.

“Gente joven que vino (al hospital) y que tan sólo hace dos días, o 36 horas, o incluso 24 horas, no se sabía si lo superarían y ahora sus ojos están abiertos, están alerta, y están hablando”, contó el presidente a la prensa luego de encontrarse con los sobrevivientes que se encuentran todavía hospitalizadas en Aurora.

“Te recuerda que incluso en los momentos más difíciles (…) la vida sigue”, añadió.

El viernes, un hombre armado irrumpió en una sala de cine donde se estrenaba el último episodio de Batman, “The Dark Knight Rises”. Sus disparos mataron a 12 personas, entre ellas Veronica Moser Sullivan, una niña de seis años, e hirieron a otras 58, entre ellas la madre de esa niña.

La visita presidencial se produce tras la identificación de todas las personas que murieron en el ataque y luego de que la policía desactivara todos los artefactos explosivos hallados en el apartamento del presunto autor de la masacre.

James Holmes, un estudiante de postgrado de 24 años nacido en San Diego, California, fue arrestado como presunto responsable del tiroteo.

Al atardecer de este domingo, al menos 3.000 personas iniciaron un homenaje a las víctimas de la masacre, aplaudiendo a los oficiales conforme pasaban y en respetuoso silencio.