La directora social del Hogar de Cristo, Verónica Monroy, indicó que es una buena noticia ver que las cifras de pobreza extrema hayan bajado, sin embargo, añadió “mientras sigamos entendiendo la pobreza sólo en términos monetarios, no estaremos respondiendo a los complejos desafíos que ella nos plantea, las problemáticas de la exclusión no sólo se basan en cuestiones económicas”.

“La incorporación de más personas al mundo del trabajo ha sido fundamental en la disminución de la pobreza, pero para que se arraigue, necesitamos que éstos sean empleos estables, con salarios capaces de sostener a una familia vulnerable ante los riesgos, es decir, trabajo de calidad”, comentó Monroy.

Del mismo modo, ante las cifras que indican que la pobreza se concentra en los menores de 18 años, Monroy señaló que “para que las nuevas generaciones salgan de la pobreza, necesitamos medidas urgentes, algunas de corto plazo que apunten a asegurar los derechos básicos, y otras de largo plazo que permitan una inclusión social permanente, tales como consolidar una educación de calidad que entregue oportunidades efectivas para insertarse en el futuro laboral con mejores herramientas”.

Para la institución también es inquietante las cifras de las regiones de Arica, Valparaíso, Biobío, Los Lagos. “En ellas aumentó el porcentaje de pobreza, las que podrían estar constituyéndose en territorios de permanente exclusión social”, enfatizó Monroy.

“El que todavía existan más de 2 millones de compatriotas en situación de pobreza, nos obliga a seguir trabajando en torno a la construcción de un país más justo e inclusivo”, finalizó.