Una jornada para olvidar tuvieron los pilotos Gerardo y Luis Ignacio Rosselot en el “Rally de La Serena”, cuarta fecha del Campeonato Nacional de la especialidad que se disputó en caminos secundarios ubicados al oriente de la ciudad nortina.

Los pilotos del equipo Mitsubishi-Rosselot, padecieron diversos inconvenientes que los llevó a abandonar producto de problemas técnicos insolubles durante esta primera etapa. No pudieran reparar, pese a los esfuerzos del equipo técnico, por lo cual decidieran no integrarse a la próxima mañana.

Gerardo Rosselot, junto a su navegante Carlos Peña desertaron en el enlace del segundo y tercer prime al trabarse la caja de cambios que les impidió continuar. Más de ocho horas permanecieron junto al auto ante los inconvenientes para rescatarlos en esos caminos cordilleranos, por no existir rutas alternativas que le permitieran llegar a los auxilios.

Luis Ignacio Rosselot comenzó a detectar problemas en el auto durante el segundo prime, cuando perdía rendimiento la planta motriz en una zona que se necesitaba de toda la potencialidad del motor.

Logró terminar los tres primeros tramos para volver al Parque de Servicio. Salió en busca de mejorar su fortuna ganando el cuarto prime, pero en los kilómetros finales el auto comenzó a fallar, ya que se había cortado la correa del alternador que lo dejó sin funcionamiento de la dirección hidráulica, alternador y bomba de aguda.

Trató de aminorar el problema, cumpliendo muy lento el quinto tramo final, pero tuvo problemas y trató de continuar cuando se declaró un incendio en el motor, agravando sus problemas y la posibilidad de reenganchar mañana ante los daños sufridos en el auto.

Un rally muy duro, con un par de tramos con camino muy deteriorado que se acrecentará en la etapa de este domingo. Por ello Jaime Pilasi abandonó al romper extremo de dirección (brazo axial); Ramón Torres jr. problemas de motor y Patricio Bornard, quien desertó en el segundo prime. A ello se sumó una fuerte salida del camino de Cristóbal Vidaurre en el cuarto prime, que lo hizo perder más de siete minutos, enviándolo al fondo de los cómputos.

El ganador de la etapa fue el penquista Jorge Martínez, quien a su vez se adjudicó el Super prime. A ello se suma el buen trabajo de Tomás Etcheverry que se convirtió en un serio adversario del vencedor de la etapa.