Italia superó el viernes con relativo éxito un test clave en los mercados al colocar 5.250 millones de euros en deuda a tasas en baja, pese a la degradación por la agencia de calificación Moody’s de la nota del país, tras advertir del deterioro económico y del creciente riesgo político en la tercera economía de la Eurozona.

Italia colocó 3.500 millones de euros de bonos a tres años, hasta el 2015, lo que constituye un éxito ya que la demanda prácticamente duplicó la oferta, con un rendimiento del 4,65%, inferior al 5,30% pagado en la última operación similar.

En cambio, en las otras operaciones, por un total de 1.750 millones de euros con vencimientos en 2019, 2022 y 2023 las emisiones se encarecieron.

Los intereses de los títulos con vencimiento en 2022 y 2023 se mantuvieron relativamente estables, respectivamente a 5,82% (frente a 5,66% en la última emisión similar de mayo) y a 5,89% (frente a 5,57%).

La emisión a 2019 registró en cambio unos intereses en alza, a 5,58%, frente al 4,30% en la última captación similar, que remonta al 14 de marzo.

La demanda fue sostenida y el Tesoro cumplió con su objetivo de captar 3.500 millones a 5.250 millones de euros. El jueves, ya había colocado 7.500 millones de euros en títulos a doce meses, con rendimientos en fuerte baja.

Estos resultados llegan tras rebaja de la nota del país en dos peldaños, de A3 a Baa2, por la agencia Moody’s el jueves por la noche y además mantuvo la nota en perspectiva negativa debido al deterioro de la situación en la zona euro, especialmente en España y Grecia, y al “riesgo de contagio” a Italia.

Para Moody’s, Italia corre el riesgo “de registrar un alza brutal de sus costos de financiamiento o de no tener más acceso a los mercados financieros”.

“El riesgo de una salida de Grecia del euro ha aumentado y el sistema bancario español soportará más pérdidas que las esperadas”, sostiene la agencia, que añadió además que las perspectivas económicas a corto plazo para Italia se “deterioraron”.

Según Moody’s, Italia podría registrar un crecimiento “débil” y “un desempleo más elevado”, impidiéndole cumplir sus objetivos de reducción del déficit, lo que a la larga aumenta el riesgo de que el país “no pueda financiarse en los mercados financieros”.

“Calificación engañosa”

La degradación de la nota generó una oleada de protestas en todo el país, sobre todo después de que el gobierno del tecnócrata Mario Monti aprobara la semana pasada un paquete de nuevos recortes por 26.000 millones de euros que se suman a los programas de austeridad adoptados desde que asumió el poder en noviembre pasado.

El ministro italiano de Desarrollo, Corrado Passera, calificó de “injustificada” y “engañosa” la calificación de la agencia, mientras el presidente de los industriales, Giorgio Squinzi, recordó que Italia es ante todo un país “manufacturero, y mucho más sólido de lo que sostiene Moody´s”.

Monti, de viaje en Estados Unidos, no se ha pronunciado hasta ahora.

El experto en asuntos económicos, Nicolas Spiro, director general de Spiro Sovereign Strategy, reconoció que “una vez más, el Tesoro italiano logró vender su deuda, la prioridad de este momento”, subrayó.

“Sin embargo los costos son altos y reflejan los riesgos crecientes de Italia”, agregó.

Italia, que entró oficialmente en recesión a fines de 2011, sufrió en el primer trimestre de este año una nueva contracción económica del PIB de 0,8%, con su economía sometida sistemáticamente desde 2010 a los planes de austeridad adoptados en cadena para tranquilizar a los mercados.

El martes, Monti admitió por primera vez la posibilidad de que su gobierno deba eventualmente recurrir a los fondos de rescate de la Eurozona para soportar la disparada de los intereses que paga por sus emisiones de deuda soberana, que se sitúan en torno del 6%.

Las repercusiones de la degradación de la nota han sido limitadas de todos modos, “ya que no hay más compradores extranjeros”, explicó Ugo Bertone, asesor de la página de informaciones financieras italiana Firstonline.info.

La Comisión Europea cuestionó duramente la decisión de Moody’s, tomada justo antes de una importante subasta de deuda y elogió las medidas tomadas por Italia para enderezar sus cuentas calificándolas de “impresionantes” y “sin precedentes”.

El próximo test será en dos meses, ya que el Tesoro italiano anuló la emisión de bonos a medio y largo plazo prevista para el 14 de agosto debido a la “evolución positiva de las entradas fiscales”.

La Bolsa de Milán, que el jueves, víspera de la emisión de deuda, cerró con una baja del 2% y el viernes operaba en verde.

Mientras tanto, la popularidad de Monti, que había caído de febrero a junio, ha vuelto a subir al 49%, frente al 46% hace un mes, según un sondeo publicado este viernes.