La “marcha negra” de los mineros españoles trae este martes a Madrid, entre muestras de apoyo de la población, las protestas contra los recortes al sector decididos por el gobierno español, que se plasmarán en una marcha nocturna y una multitudinaria manifestación el miércoles.

“La pelea es por algo justo, simplemente venimos a reclamar lo que es nuestro”, afirma a la AFP Manuel Cinoceda, un minero prejubilado de 55 años de Teruel, que confía en que la manifestación del miércoles, que recorrerá el centro de Madrid, sea concurrida.

Cinoceda forma parte de la columna de una sesentena de mineros llegada de la región de Aragón (norte), que al grito de “aquí están, estos son los mineros del carbón!” o “Madrid se quema”, cruzó algunas de las principales calles del noroeste de la capital tras salir de Alcobendas, en las afueras de la capital, para ir a descansar a la ciudad universitaria, a la espera de su movilización nocturna.

Visiblemente cansados, algunos con pañuelos rojos y con camisetas negras en las que se podía leer “quieren acabar con todo” en referencia a los recortes que lleva a cabo el ejecutivo español, y “no al cierre de la minería del carbón”, los mineros avanzaron entre los gritos de “¡Valientes!” y “¡Así, con fuerza!”, de algunos transeúntes.

Su avance por las calles madrileñas, a las que llegaron tras recorrer más de 400 km desde que hace dos semanas salieron de su región, fue saludado con toques de claxon de los coches e, incluso, algunos vehículos de bomberos hicieron sonar sus sirenas a su paso.

“Excepto en algunos pueblos, en casi todos los lugares nos han recibido muy bien”, afirma Antonio Risco, de 52 años, que se unió a la columna aragonesa, tras salir de la comarca minera cordobesa del Guadiato de Peñarroya.

“Tenemos que concienciar a este gobierno que las comarcas mineras tienen que subsitir y el carbón también, porque es una energía autóctona, que viene bien al país y es barata”, añade Risco, minero prejubilado tras 22 años en el tajo.

“Si cierran esto, no hay nada, han estado muchos años para reindustrializar y no han hecho nada, si cierran la mina, nos echan fuera y a dónde vamos a ir, si no hay nada”, dice, por su parte, Francisco Martín, minero de Ariño (norte), de 35 años.

El gobierno español, en un intento de reducir el déficit público, decidió recortar un 63% las ayudas públicas al sector este año, pasando de los 301 millones de euros de 2011 a 111 millones, algo que, según los mineros, amenaza directa o indirectamente unos 30.000 puestos de trabajo, y condena a las minas españolas a cerrar más rápido de lo previsto.

En restructuración desde hace 20 años, las minas de carbón españolas han ido cerrando poco a poco. Unas cuarenta están aún activas, principalmente en el norte del país, y emplean a alrededor de 8.000 mineros.

Pero el carbón español, más caro que el importado, depende de las subvenciones del Estado, que deberán terminar de aquí a 2018 por decisión de Bruselas.

“Las minas son rentables, puede haber alguna que no lo sea, pero el carbón en España es rentable, que no nos vengan con milongas de que el que traen de 8.000 km es más barato”, cree Cinoceda.

“Si no hay ahora 160 millones para que siga, ¿qué nos van a dar hasta 2018? Si no pedimos nada, ¡que le van a dar a Bankia 20.000 millones!”, se indigna Martín.

Estos mineros de Aragón, que recibieron con gran aplauso la noticia de que algunos de sus compañeros encerrados desde hace semanas en las minas en señal de protesta saldrán para acudir a la gran manifestación del miércoles, se reunirán por la tarde con sus compañeros llegados en otra columna procedente de las regiones de Asturias y Castilla y León.

Juntos realizarán una marcha nocturna, con sus buzos de trabajo y sus lámparas, hasta el centro del Madrid a la espera de la movilización del miércoles, a la que los sindicatos esperan que acudan unas 25.000 personas.