En libertad, pero formalizados por desórdenes públicos e infracción a la Ley de Ferrocarriles, quedaron los tres dirigentes de los trabajadores la empresa Konecta que ayer lunes interrumpieron el servicio de la línea 5 del Metro de Santiago al tomarse la vía.

Los abogados del tren metropolitano se querellaron en contra de los imputados, mientras el Gobierno aún estudia invocar la Ley de Seguridad del Estado en contra de los manifestantes.

Entre aplausos salieron del Tribunal de Garantía Sergio Alegría, Claudia Pérez y Miguel Jaramillo, los tres dirigentes de los trabajadores de la empresa Konecta detenidos ayer tras bloquear la línea 5 del Metro.

El fiscal Matías Moya les imputó cargos por desórdenes públicos y por infracción a la Ley de Ferrocarriles, solicitando sólo las medidas cautelares de firma quincenal y la prohibición de acercarse a todas las estaciones de la línea 5.

En tanto, el Tribunal de Garantía otorgó la libertad a los dirigentes y sólo acogió la prohibición de que los imputados se acerquen a la línea 5.

A la salida del tribunal, Sergio Alegría, Claudia Pérez y Miguel Jaramillo justificaron la toma, diciendo que no han sido escuchados ni por la compañía ni por el Gobierno, sobre quienes afirmaron que sólo apoyan medidas cautelares en su contra.

Por su parte la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, señaló que esta forma de protestar daña seriamente la imagen del movimiento sindical.

A su vez, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, declaró que aún se estudia invocar la Ley de Seguridad del Estado en contra de los tres manifestantes. Por lo pronto, el gerente comercial del Metro, Alvaro Caballero, formalizó la querella en contra de los dirigentes.

Sergio Alegría, Claudia Pérez y Miguel Jaramillo se trasladaron de inmediato hasta las afueras de la empresa Konecta y no descartaron nuevas medidas de presión.