Comienza el invierno y entre las muchas preocupaciones lo más probable es que ellas estén lejos de nuestro automóvil. Sin embargo deberíamos prestar atención a sus condiciones, y que esté preparado para realizar viajes con fuertes lluvias, vientos e incluso nieve.
Uno de los factores básicos al momento de conducir es el tiempo, contar con suficientes horas o minutos puede hacer la diferencia entre un tranquilo viaje o uno estresante, sobre todo si nos someteremos a condiciones meteorológicas desfavorables.
Por lo tanto, es importante adaptar nuestro estilo de conducción al clima: las inclemencias del tiempo pueden ser tan repentinas que es mejor estar preparados antes que éstas nos tomen por sorpresa.
Contra viento y lluvia
Uno de los principales problemas a la hora de manejar con lluvia es la poca visibilidad y la humedad en el pavimento, por lo que es recomendable revisar los frenos, espejos, limpia parabrisas y defroster.
Esto debido a que los conductores suelen olvidar que otros autos también pueden verse afectados por la escasa visión, sobre todo cuando se adelanta, por lo que tener los espejos despejados podría ser crucial para evitar un accidente.
Otro punto importante es revisar los neumáticos, ya que la lluvia, neblina o nieve juegan un papel determinante al momento de frenar. En estas condiciones las ruedas pierden adherencia, lo que facilita su patinaje en la carpeta de rodados.
Para evitar episodios de pérdida de control del automóvil “lo recomendable es mantener siempre una distancia segura con el vehículo que lo antecede, conducir suavemente y evitar movimientos bruscos o sacudidas”, señaló Humberto Álvarez, jefe de la carrera de Ingeniería Prevención de Riesgos del Instituto Profesional Santo Tomás de Viña del Mar.
También es crucial asegurarse de probar los frenos luego de pasar por pozas, porque “normalmente el automóvil tiene frenos de disco, el que tiene unas piezas llamadas pastillas encima, las cuales lo presionan. Al estar mojado este puede resbalar, sobre todo después de pasar por zonas inundadas o lavar el auto”, señaló Norberto Lillo, instructor de la Escuela de Conductores de Valparaíso.
Manejar en la nieve

tristanf en Flickr (CC) nieve
Uno de los peores temores al conducir en la nieve es la posibilidad de patinar. Esto ocurre porque el hielo reduce drásticamente la capacidad de agarre de los neumáticos, por lo que acelerar, frenar y virar el volante se convierten en maniobras potencialmente muy peligrosas.
Lo principal para manejar bajo esta condición en zonas urbanas es hacerlo anticipadamente, a baja velocidad y a mayor distancia –de la que guardamos en condiciones normales- de otros vehículos.
“Se debe conducir con mucho cuidado cuando nos enfrentamos a nieve, con una marcha alta, pero no a exceso de velocidad. Cuando colocas una marcha como primera o segunda, tienes mucha fuerza, por lo que el vehículo tiende a patinar más fácilmente”, indicó el instructor de conducción.
Ahora bien, de producirse una pérdida del control del automóvil es importante sujetar firmemente el volante, conservar la calma y actuar con frialdad. Jamás presionar o soltar el acelerador, no sacar el cambio y no intentar frenar inmediatamente.
“No se debe presionar con tanta violencia el pedal del freno, ni levantar el pie del acelerador de forma brusca. Hay que tratar de enderezar el vehículo y girar el volante en igual dirección en la que van las ruedas traseras”, señaló Álvarez.
Prepárate

robmb en Flickr (CC)
Un vehículo con sus controles de mantención al día garantiza un buen funcionamiento y puede ahorrar hasta en 10% el consumo de combustible, además de reducir la posibilidad de que ocurra un accidente de tránsito por una causa técnica.
“Para vehículos normales, clase B o aficionados, debe realizarse la revisión técnica una vez al año, coordinando el último dígito de tu patente con el mes que te corresponde”, especificó Norberto Lillo.
Sin embargo, existen revisiones simples que puedes realizar antes de emprender un viaje, como por ejemplo, chequear el nivel de combustible, el refrigerante del radiador, batería, nivel de aceite del motor y el líquido para limpiar el parabrisas.
“También se deben revisar los instrumentos, marcador de temperatura de agua, de combustible y aceite. Una cosa básica que se nos olvida también es ver el funcionamiento de la bocina, luces y la señalización”, dijo Lillo.
Ante la pregunta de si es necesario tener algún kit de emergencia, el instructor aseguró que “es conveniente llevar herramientas, siempre y cuando sepas lo que estás haciendo.”
Sin embargo, todo vehículo debiera contar con un neumático de repuesto en buenas condiciones, llave cruceta para su desmonte y por supuesto una gata hidráulica para elevar el vehículo.
Antes de salir… recuerda
- Prevenir calculando más tiempo del que demorarías en un viaje normal
- Revisar los niveles de aceite, combustible y líquido de radiador
- Chequear los espejos, luces e instrumentos
- Revisa los frenos
- Mantener una distancia prudente con otros vehículos
- Reducir la velocidad
- Manejar con suavidad
- En caso de patinar, no acelerar ni presionar el freno bruscamente
Enviando corrección, espere un momento...