Miles de mineros venidos en su mayoría del norte de España se manifestaron este jueves en Madrid para defender las minas de carbón y denunciar los recortes de ayuda pública decididos por el gobierno de derecha, que amenaza unos 25.000 empleos, según sus cálculos.
En medio de la humareda provocada por la explosión de petardos, los mineros y sus familias, llegados a bordo de decenas de autocares, desfilaron por la principal vía madrileña en dirección al ministerio de Industria.
“Por el futuro del carbón español y el renacimiento de las ciudades mineras”, proclamaba una gran pancarta al frente del cortejo.
Los mineros españoles, unos 8.000, hicieron cuatro días de huelga la semana pasada para defender el futuro de las minas de carbón, en declive desde hace dos décadas y cuya supervivencia está amenazada, según los sindicatos, por la reducción de las ayudas en este periodo de crisis.
Unos 25.000 empleos directos e indirectos se encuentran amenazados, según los sindicatos, sobre todo en las regiones mineras del norte, donde pueblos enteros viven de esta actividad.
“Si se pierde la minería se pierde todo, los comercios, los trabajos, todo. La juventud ya está en el paro y si ahora van también los padres se rompe toda la familia, no tienen de qué vivir”, advierte Susana Bermúdez, de 43 años, esposa de minero, y que trabaja para una empresa de limpieza subcontratada en el pozo San Nicolás, en Mieres (Asturias).
El gobierno español, que se comprometió a limitar el déficit público a un 5,3% del PIB en 2012 contra el 8,9% de 2011, previó una reducción del 63% (de 301 millones de euros en 2011 a 111 millones este año) de las ayudas al sector minero, subvencionado por el Estado.
En plena reestructuración desde 1990, las minas de carbón españolas fueron cerrando progresivamente, con una reducción de más de 40.000 empleos directos en 20 años, y una producción reducida a unas 10.000 toneladas en 2011.