El brasileño Vasco da Gama derrotó la noche del miércoles por 2-1 al Lanús de Argentina, en partido de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores 2012, un resultado que terminó con sabor a derrota con el abucheo final de una hinchada local inconforme.

El atacante Alecsandro abrió el marcador para el ‘gigante’ vascaíno a los 25 minutos y el segundo lo sentenció Diego Souza con un golazo poco antes de partir al descanso (41). El descuento argentino llegó en los pies de Mario Regueiro a los 62.

“Así es la Libertadores, cuando uno piensa que tiene el juego dominado, llegan las sorpresas (…) Veníamos dominando el juego, ellos (Lanús) no estaban ofreciendo nada en el campo, y creo que comenzamos a sentir la presión de la derrota pasada” por la Copa Rio (local), consideró el veterano mediocampista Juninho Pernambucano al cierre del partido.

El tanto ‘granate’ deja al equipo con la necesidad de ganar por la mínima diferencia el 9 de mayo en el estadio Néstor Díaz Pérez de Lanús (periferia sur) para garantizarse la clasificación.

Al finalizar el partido, la exigente ‘torcida’ del Vasco cobró el resultado al entrenador Cristovao Borges, llamándolo “burro” por las sustituciones que hizo durante el partido. Los jugadores, en solidaridad, lo escoltaron por todo el terreno hasta el vestuario, en medio de la silbatina.

“Así es la hinchada, del mismo modo que reconoce, cobra”, dijo Pernambucano.

En un primer tiempo casi perfecto para Vasco, así llegaron los goles: Alecsandro recibió un potente centro de Eder Luis, al que sólo necesitó empujar para perforar la red del portero Agustín Marchesín. El atacante, solo frente al guardameta, remató usando su muslo derecho.

El segundo fue un golazo de Diego Souza, poco antes de partir al descanso (41). El media punta anotó tras un sombrerito sobre el zaguero ‘granate’ antes de rematarla con fuerza para marcar el segundo.

Con el gol, la tribuna del tradicional estadio Sao Januario de Rio de Janeiro se vino abajo, la misma que al final terminó abucheando a Borges al cierre del partido.

En la primera mitad, Vasco no conseguió un marcador más abultado por la fuerte muralla que construyó el Lanús en el área.

Aunque para ello, Borges contaba con Juninho Pernambucano, que volvió en este juego al once titular y con su poderoso pie puso a temblar en varias oportunidades a Marchesín.

A los 12 por ejemplo, el mediocampista recibió un pase de Felipe y desde fuera del área remató al ángulo izquierdo del arco, pasando cerca. En un cobro de falta (20), el ‘Reizinho’ lanzó un balazó que quemó los guantes del guardameta. Y lo mismo a los 32 con otro remate arriesgado.

El Lanús, que venía estimulado por su victoria ante el Racing por el torneo doméstico, se cerró atrás y las pocas oportunidades, y hasta el gol del descuento, llegaron por errores de la defensa vascaína, la línea más vulnerable del equipo, sobre todo por la ausencia de Dedé, que se recupera de una lesión.

Así, a los 17 del segundo tiempo, Valeri centró desde la derecha para Regueiro que dominó la bola con el pecho y remató con poder para el descuento. La zaga estaba totalmente ausente, y Fagner en un intento por cortar el pase, erró y dejó solo al atacante para anotar el importante gol.

El Vasco siguió presionando, Borges modificó el equipo, y al sacar a Felipe, que dejó el campo molesto, recibió la silbatina del público y un “burro, burro, burro” a viva voz.

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