España vive este jueves una huelga general marcada por pequeñas protestas antes de la gran movilización de la tarde contra la reforma del mercado laboral y las políticas de austeridad decretadas por el gobierno conservador, bajo estrecha vigilancia de la Unión Europea (UE).

Desde primeras horas de la mañana, piquetes de huelguistas acudieron a las puertas del gran mercado central de Madrid, así como a las puertas de los principales bancos y empresas.

Llevando chalecos rojos con las siglas de los dos sindicatos mayoritarios convocantes de la huelga, CCOO y UGT y con banderas y pancartas en las que se podía leer “Reforma laboral, No” o “Huelga general”, los huelguistas paraban a los trabajadores para informarles sobre el paro.

Centenares de ellos se concentraron posteriormente en el centro de Madrid, preludio de la gran manifestación, que culminará en la tarde de este jueves la movilización, vigilados de cerca por un imponente dispositivo policial, que ocupó la conocida Puerta del Sol.

“Así, así. Ni un paso atrás con la reforma. Huelga general”, coreaban los manifestantes, algunos de los cuales llevaban pegatinas con el lema “No a la reforma laboral del despido barato”, mientras antes, se manifestaban en bicicleta, ralentizando el tráfico.

“La huelga general ha sido un éxito”, insistieron a media mañana los secretarios de organización de CCOO y UGT, Antonio del Campo y José Javier Cubillo, que cifraron en un 85% el seguimiento de la movilización, mientras el gobierno mantiene que “la normalidad en los centros de trabajo españoles es muy elevada”.

Para la poderosa patronal CEOE la huelga está teniendo “un seguimiento desigual”, con una “mayor incidencia en el sector industrial y territorialmente en el norte del país, así como en algunas grandes ciudades”.

Los sindicatos protestan contra una reforma del mercado laboral, apr